El culebrón protagonizado desde hace semanas por el Ministro de
Justicia Rafael Catalá, el fiscal general del Estado José Manuel Maza y
el fiscal anticorrupción Manuel Moix , ha vuelto de nuevo a la
actualidad en medio de un verderón alud de informaciones sobre la
“Operación Lezo” y la “Operación Púnica”, dos casos que todos quieren
tener controlados, hasta el punto que uno de los fiscales, el polémico
Moix, ha manifestado que quiere estar al tanto de lo que está
investigando tanto la UDEF (Unidad de Delincuencia económica y Fiscal) ,
dependiente de la Policía Nacional, como la UCO ( Unidad Central
Operativa) de la Guardia Civil.
El culebrón que ha tenido varios capítulos, entre ellos en Murcia,
en donde se produjo uno de sus primeros escándalos con toda una
operación a favor del Presidente de la Comunidad, Pedro Antonio
Sánchez, en lo que pareció una clara intervención del Ministro de
Justicia Catalá, y de los polémicos fiscales, lo que provocó unas
indignadas declaraciones del fiscal encargado del caso, el fiscal
superior de Murcia, Manuel López Bernal, relevado de su puesto. Según él
ha sufrido “intimidaciones en su lucha contra la corrupción,
intimidaciones que también afectan a varios de sus colegas. López Bernal
añadía que se siente “desprotegido” ante estas intimidaciones. El
comportamiento del Ministro y de los Fiscales ha llegado hasta el
Parlamento donde tanto el ministro, como el Fiscal general del Estado
señor Maza, han tenido que comparecer, ante lo que se está presentando
como una cara injerencia, coincidiendo con los casos de corrupción,
especialmente los de Madrid.
El último, protagonizado por el ex Presidente de la Comunidad,
Ignacio González, ha superado todas las previsiones. El que los
acusados, actualmente en prisión, estuviesen al tanto de lo que
investigaba la Guardia Civil (el juez Eloy Velasco nunca quiso que
interviniera la UDEF) ; la utilización de numerosos contactos claves
para poner trabas a los procesos y, sobre todo, el hecho insólito de que
el Fiscal anticorrupción para este escandaloso caso, fuese el que
quería Ignacio González, el señor Moix, que ya estuvo de fiscal
anticorrupción en Madrid y que si hubiera hecho algunas de las
diligencias encomendadas, especialmente en el tema del espionaje dentro
de la propia Comunidad, que estuvo en sus manos y archivó, hubiera
descubierto parte del enorme saqueo que ha sido la Comunidad madrileña,
durante la etapa de Esperanza Aguirre e Ignacio González, junto con el
ínclito Francisco Granados.
El culebrón, ha vuelto al escenario del Parlamento dónde la totalidad
de la Cámara por abrumadora mayoría y con la sola negativa de los populares, ha forzado la reprobación del Ministro de Justicia (es la
primera vez que eso ocurre en el Palacio de la Carrera de San Jerónimo
con un ministro en activo) y la petición de renuncia del fiscal
general del Estado y del fiscal anticorrupcion. Los afectados no le
han dado mayor importancia a la decisión no sólo porque ya habían
anunciado previamente que no pensaban dimitir, sino porque contaban con
el apoyo del Presidente del Gobierno Mariano Rajoy.
Según la resolución presentada por el PSOE, la reprobación de Catalá
se ha producido por las “reiteradas injerencias del ministro de
Justicia para obstaculizar la acción de la Justicia en las causas
judiciales por delitos relacionados con la corrupción en las que
resultan investigados cargos públicos y otros miembros del PP, los
nombramientos promovidos por el ministerio fiscal para favorecer los
intereses de los investigados en estas causas, las maniobras que se han
acreditado en el seno del Ministerio Público dirigidas a obstaculizar la
actuación de los propios fiscales encargados de las mismas y las graves
consecuencias que estas inaceptables actuaciones suponen para el
funcionamiento de la Justicia y el estado de derecho”.
A Catalá la oposición le imputa responsabilidad directa es los
nombramiento del fiscal general y del fiscal anticorrupción, “injerencia
en estas causas judiciales y actuaciones que menoscaban la confianza de
los ciudadanos en el ministerio Fiscal y dificultan el trabajo de los
miembros de esta institución que luchan cada día contra la corrupción”. A
Maza se le imputa “incumplimiento grave y reiterado de sus funciones” y
se insta al Gobierno a destituirle igual que al polémico Moix que se
llevo por delante a la anterior Fiscal del Estado Consuelo Madrigal por
negarse a colocarlo al frente de la Fiscalía Anticorrupción como quería
Ignacio González…
(*) Periodista y economista
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