lunes, 22 de mayo de 2017

Sánchez y Puigdemont agitan el debate nacional / Pablo Sebastián *

La victoria por mayoría absoluta de Pedro Sánchez en las primarias del PSOE y la llegada de Puigdemont a Madrid para decir que celebrarán el referéndum sobre la independencia de Cataluña son las cuestiones que agitan el debate político en este país.

Y también en el flanco zurdo de la política donde Podemos no ha querido quedarse fuera del escenario y ha ofrecido a Sánchez retirar su moción de censura contra Rajoy -le han puesto otra a Cifuentes en Madrid- si el PSOE presenta otra moción de censura contra el presidente del Gobierno.

Un presidente, Rajoy, que ni sufre ni padece y se centra en la cuestión del desafío catalán sobre la base de un documento publicado por el diario ‘El País’ (suponemos que filtrado con puntual intención) en el que se detallan los planes para declarar la independencia de Cataluña en solo 24 horas. Sobre este documento Rajoy dijo que constituye una ‘amenaza y un chantaje’ al Estado de Derecho para romper la unidad de España y aseguró que eso no va a ocurrir.

Aunque Puigdemónt respondió desde el Ayuntamiento de Madrid que ‘el Estado no tiene tanto poder como para impedir el referéndum’, lo que sin duda está por ver. Más bien parece al contrario, que la Generalitat no tiene capacidad política, jurídica y material para llevar a cabo esa consulta que muy probablemente será sustituida por unas elecciones autonómicas.

Sobre la crisis del PSOE Rajoy no ha querido opinar pero si ha dicho que no tiene la intención de adelantar las elecciones generales. Y también confirmó que no ha llamado a Pedro Sánchez para felicitarlo porque pensó que estaba ‘muy ocupado’. O, sencillamente, porque Sánchez lo ha insultado dos veces: cuando dijo en el último debate electoral televisado ‘usted no es una persona decente’; y recientemente cuando declaró que ‘Rajoy es la manzana podrida’ del cesto de la democracia.

Con esos modales va a ser difícil que exista cordialidad o algo de sintonía política entre ambos dirigentes aunque Sánchez debería saber que Rajoy, además de presidente del PP, es el Presidente del Gobierno de España y que debe respetarlo como tal. Y si no lo hace se equivocará.

Rajoy está ahora dedicado a sacar adelante los Presupuestos de 2017 que es su prioridad en un país que, según sus palabras, crece al 3% mientras la media de la UE lo hace al 1,7 %. Pero de paso ha enviado a la fiscalía del Estado el documento sobre el proceso independentista catalán y exprés que se acaba de conocer para prevenir cualquier ataque a la legalidad. Para lo que en el caso que ocurriera prevé contar con el apoyo del PSOE y del resto de fuerzas constitucionales porque ‘no imagino -dice Rajoy- que el PSOE pueda hacer otra cosa’.

En realidad lo que el PSOE y Sánchez necesitan es tiempo para curar las muchas heridas internas de este partido que está roto en dos mitades y al 50 % si sumamos los votos de Susana Díaz y Patxi López frente a los de Pedro  Sánchez. Y ese tiempo es crucial para recomponer electoralmente el PSOE de ahí que a Sánchez, como ayer vino a decir su compañero Odón Elorza, le conviene que Rajoy acabe la legislatura.

Porque de no ser así Sánchez sumaría su tercera gran derrota electoral en  caso de adelanto de los comicios generales y en un momento en el que el PSOE gira a la izquierda dejando abandonado el centro de la política que es el segmento crucial. Como bien lo saben en C’s y el PP que bien podrían beneficiarse del giro a la izquierda con el que Sánchez espera recuperar parte de los 5 millones de votos socialistas que en 2015 y 2016 se fueron a Podemos y que el renovado líder del PSOE cree que volverán.


(*) Periodista


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