BARCELONA.- La fusión de las nacionalizadas Bankia y BMN
va a engordar las pérdidas provisionales del rescate bancario en otros
1.106 millones de euros, si bien la cifra definitiva dependerá del
precio al que se privatice el banco resultante, a juicio de El Periódico.
Los consejos de administración
de las dos entidades aprobaron por fin este lunes, tras tres meses de
negociación, el precio de la operación. El presidido por José Ignacio
Goirigolzarri entregará nueva acciones propias equivalentes al 6,7% de
su capital a los accionistas del presidido por Carlos Egea. Ello supone
valorar BMN en unos 825 millones de euros, de los que
al Estado le corresponden 536 millones, menos de un tercio de los 1.645
millones en ayudas que le inyectó en el 2013.
Se trata,
en cualquier caso, de una pérdida solo contable por el momento, ya que
el Estado seguirá poseyendo el 66,6% de Bankia tras la absorción de BMN.
El argumento del Gobierno para defender la operación es que la entidad
resultante se revalorizará gracias a las sinergias, lo que permitirá
obtener un mejor precio de venta. Así, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) ha
argumentado que al precio fijado hay que sumarles los 900 millones de
ahorro de costes calculados por Bankia (frente a los 610 millones
estimados inicialmente), de los que unos 600 millones se los adjudicaría
el Estado en función de su participación.
De ser así,
la operación generaría un valor para las arcas públicas de unos 1.136
millones. Sin embargo, la baja ecuación de canje de acciones
pactada provocará previsiblemente pérdidas al FROB en
las cuentas del 2015. El organismo tenía valorada su participación en
BMN en 1.453,3 millones en el 2015. En unos dias revisará esa valoración
en sus cuentas del 2016, pero es improbable que la baje hasta o por
debajo de los 825 millones que ofrece Bankia, con lo que la diferencia
serán pérdidas contables.
RECUPERACIÓN DE AYUDAS
El precio acordado supone tasar BMN en 0,41 veces
su valor contable registrado en libros al cierre del primer trimestre.
El mercado esperaba un cálculo más cercano a 0,5 veces y la única
"expresión de interés" que recibió el Ministerio de Economía a través
del FROB en marzo, que algunas fuentes sostienen que procedía del Santander,
estimó de forma provisional un valor de 0,65 o 0,5 veces (1.300 o 1.061
millones, en función de qué pasara con los acuerdos del banco con
aseguradoras y gestoras de fondos de inversión y pensiones).
Goirigolzarri ha
defendido que no es válido comparar esa oferta preliminar con el precio
pagado por Bankia, ya que la entidad que la presentó no había estudiado
en profundidad los números de BMN y previsblemente la hubiera bajado.
En BMN reconocen que la crisis del Popular y la caída de otros bancos
pequeños en bolsa le ha perjudicado en el canje, pero destacan que la
valoración que han recibido es un 28% mayor de la que tiene en estos
momentos en bolsa Liberbank, una entidad comparable. El ejecutivo
también ha argumentado que la operación no supone una "pérdida real"
para el Estado: "El FROB no pierde ni gana, solo cambia la fórmula jurídica del receptáculo de su inversión".
El presidente de Bankia también ha reiterado que no sería un "fracaso" no lograr devolver todas las ayudas
(22.424 millones de Bankia y 1.645 millones de BMN) porque depende de
las condiciones del mercado, pero ha mantenido que la absorción
incrementa la "capacidad de devolverlas".
El problema de fondo es que
BMN tenía prácticamente imposible salir a bolsa para devolver las
ayudas, operación que ha tenido que abortar en el pasado debido a la
situación del mercado y a sus propias debilidades (bajas rentabilidad y
provisiones). A Bankia, una de los bancos más solventes y rentables del
país, le interesa porque le daría presencia en nuevas regiones
(Baleares, Granada y Murcia).
IMPACTOS
La operación va a tener un impacto relevante en el capital de
Bankia, si bien gracias a su elevada solvencia va a poder financiarla
"sin acudir al mercado" a realizar una ampliación. Así, el banco va a
hacer 1.000 millones de euros en provisiones para elevar las
bajas coberturas para pérdidas de BMN y otros ajustes lo que, con cifras
del cierre del primer trimestre, reducirá su nivel de capital del
13,37% a un todavía elevado 11,5%, que espera llevar al 12% a final de
año. La entidad prevé que la fusión incremente su resultado neto en 245
millones de euros en el 2020, con lo que el beneficio por acción subirá un 16% ese año y se alcanzará un retorno sobre el capital invertido del 12%.
El
grupo va a destinar 334 millones para reducir un 40% los costes de BMN
(155 millones de euros de ahorro a partir del tercer año), sobre todo
con el probable cierre de sus servicios centrales, ya que hay pocos
solapamientos en su red de oficinas. La operación le va a permitir
consolidarse como cuarto banco del mercado español, por delante del
Sabadell, con un incremento del 20% en el crédito (hasta los 132.3
millones de euros), del 28% en depósitos (134.500 millones), del 26% en
clientes (8,2 millones) y del 36% en oficinas (2.515)
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