miércoles, 21 de junio de 2017

La pérdida de banderas azules frena las reservas turísticas en el Mar Menor

MURCIA.- La pérdida de las banderas azules en el Mar Menor está frenando las reservas de plazas en los hoteles. Los establecimientos del litoral marmenorense habían superado entre enero y abril las cifras del año pasado y tenían comprometidas ya el 50% de las plazas para los meses de julio y agosto, pero este ritmo se ha frenado y en estos momentos las reservas están en torno al 5% o el 6% por debajo de las cifras de 2016, según las estimaciones del vicepresidente de Hostetur, José María Cano. No obstante, las empresas esperan remontar gracias a las reservas de última hora, según recoge hoy La Opinión.

«Sin ser malos datos, estamos por debajo de las reservas de 2016», indicó Cano. Precisó igualmente que las cifras están por encima de las alcanzadas en 2015. Asimismo, la ocupación récord de Semana Santa, que rozó el lleno total en algunos establecimientos, hacía pensar que el verano también arrojaría cifras récord.
El vicepresidente de Hostetur aseguraba que la situación del Mar Menor en este momento es mucho mejor que la del año pasado, tal y como ponen de manifiesto los análisis y los informes realizados por los técnicos que se encargan de hacer el seguimiento del agua de la laguna.
Sin embargo, José María Cano recordó que la concesión de banderas azules se decide de acuerdo con los análisis realizados el verano anterior, lo que supone que las últimas pruebas se hicieron cuando el Mar Menor estaba en una situación mucho peor, con el agua más turbia.
El vicepresidente de Hostetur asegura que a partir de la fecha en la que se dio a conocer la pérdida de 19 banderas azules en las playas del Mar Menor, a principios de mayo, empezaron a ralentizarse las reservas, a pesar de que resulta un contrasentido, dado que el impacto negativo de la decisión no se corresponde con la actual situación de las aguas de la laguna, sino con la que tenía hace un año.
No obstante, el representante de Hostetur no descarta que las reservas de última hora permitan alcanzar las cifras de ocupación del pasado verano, que marcaron un auténtico récord. Aunque durante las de la crisis resultaba normal que los clientes aplazaran su decisión y contrataran el hotel en el último momento, esta tendencia ha ido cambiando en los últimos años.

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