Algunos de
los líderes históricos del Partido Popular proponen la figura del
presidente del Partido Popular en Galicia y presidente de la Xunta,
Alberto Núñez Feijóo, como el candidato mejor situado para poder
suceder a Mariano Rajoy de cara a la candidatura conservadora de
las próximas elecciones generales. Lo consideran una apuesta
ganadora. Tiene experiencia ganando elecciones frente a los demás
candidatos y candidatas que no han ganado nada.
Las
nuevas elecciones, previsiblemente, se celebrarán en el 2019 si Mariano
Rajoy logra apoyos para aprobar los Presupuestos Generales para el
próximo año y no tiene que adelantarlas a 2018. No hay que descartar
nada. A partir de ese momento podría empezar un nuevo futuro también
para Cristóbal Montoro al que quieren compensar los éxitos del diseño
económico que ha sacado de la crisis a España con un puesto en el Banco
Interamericano de Desarrollo. De paso, evitan que tenga que hacer
campaña con inciertas consecuencias para el PP.
En cuanto a los candidatos a suceder al presidente del Gobierno, este
diario ya recogió a finales del año pasado la intervención del
presidente del Consejo de Estado, José Manuel Romay Beccaría, en un
encuentro informal con socios de La Gran Peña, en la que les habría
dicho de manera informal, como suelen exponer los gallegos, que el
presidente del Gobierno ya habría optado por un candidato para su
sucesión y Alberto Núñez Feijóo sería el mejor situado de todos.
Según miembros históricos del PP, aquellos que proceden de la antigua
Alianza Popular y que se consideran los verdaderos ideólogos del
partido conservador, en los últimos meses se ha dado un paso fundamental
de cara a la formación del líder gallego en la escena internacional.
En este sentido Núñez Feijóo viene realizando una serie de viajes
internacionales, varios de ellos a Bruselas donde ha contado con un
cicerone de lujo, muy bien relacionado en las capitales comunitarias y
claramente partidario del presidente de la Xunta y amigo personal del
presidente del Gobierno, el Comisario europeo de Acción por el Clima y
Energía, Miguel Arias Cañete.
Fuentes conocedoras del proyecto comentan que la
agenda preparatoria de la candidatura de Núñez Feijóo implica a partir
de ahora que consolide sus relaciones internacionales, en especial con
las instituciones comunitarias, porque según su expresión, ‘forman parte
de la vida política nacional’, Al mismo tiempo, aprovechar las
oportunidades que dan las instituciones comunitarias exigen un
conocimiento detallado y cercano.
Esta elección de elegir el ámbito internacional también vendría
favorecida porque su victoria con mayoría absoluta, la única conseguida
por los populares en las últimas elecciones, lo que le permite la
gestión de Galicia con una cierta tranquilidad. Una vez consolidada su
figura en su Comunidad, ahora el objetivo sería ir proyectando su imagen
de hombre capaz de gobernar España poco a poco.
Entre quienes defienden su candidatura, transmiten que todo tiene que
hacerse con mucho tacto para no levantar estériles batallas internas en
el partido que no lleven a ninguna parte. Saben que tienen que actuar
con determinación pero con tacto, pues hay otros candidatos y
candidatas que también se consideran con méritos.
Otra de las ventajas con la que contaría Feijóo es el buen
entendimiento con la secretaria general del Partido, María Dolores de
Cospedal. Aunque insisten en que el desempeño del ministerio de Defensa
no le permite dedicar todo el tiempo que exigiría para poder controlar
todas las Comunidades Autónomas, el hecho de mantener el apoyo implícito
de Mariano Rajoy, ayuda a hacer lo demás.
Todo ello conllevará una importante reorganización del partido con
una consecuencia inmediata. Quieren compensar al hombre que ha tenido
toda la confianza del presidente del Gobierno este año para diseñar una
cuestión tan económica y tan política como son los impuestos. Y ya se
mira un cargo en una institución financiera internacional. Con algunas
europeas mantiene algún tipo de incompatibilidad por lo que una salida
como representante de la Unión Europea en el Banco Interamericano de
Desarrollo suena muy bien. Hablan en castellano, no hay excusa de no
enviarle porque no domine el inglés. Y en ello están.
(*) Periodista
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