miércoles, 5 de julio de 2017

Fallece en Roma el cartagenero Joaquín Navarro-Valls, médico y periodista, ex portavoz del Papa

ROMA.- Esta tarde ha fallecido en Roma el cartagenero Joaquín Navarro-Valls, a los 81 años y a causa de un cáncer de páncreas. El antiguo director de la Sala de prensa de la Santa Sede ha expirado en su residencia romana, acompañado por los fieles de la prelatura del Opus Dei con quienes vivía.

El velatorio tendrá lugar a partir de mañana a las 16 h. en la sacristía de la basílica de Sant Eugenio (viale delle Belle Arti 10, Roma). El funeral será celebrado por Mons. Mariano Fazio, vicario general de la prelatura del Opus Dei, el viernes 7 de julio a las 11 h, según informa la Oficina de Prensa de la Obra.  

Joaquín Navarro-Valls nació en Cartagena (España) el 16 de noviembre de 1936. Frecuentó la “Deutsche Schule” de su ciudad natal y realizó los estudios superiores en las facultades de Medicina de las Universidades de Granada y Barcelona. Fue ayudante en la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona y encargado del Servicio Policlínico en el departamento de Patología Médica.
Joaquín Navarro-Valls entró en relación con el Opus Dei cuando, siendo estudiante de Medicina en Granada, pidió plaza en el Colegio Mayor Albayzín. En aquellos años universitarios, se dedicó bastante al teatro, no solo como espectador, sino sobre todo como actor. Después de terminar la carrera en Barcelona, regresó a Granada. Entre tanto había pedido la admisión en el Opus Dei, y al volver a la ciudad andaluza se le encomendó precisamente la dirección de aquel mismo Colegio Mayor en que había sido residente.
Después de terminar la carrera de Medicina hizo la especialización en Psiquiatría. Para no abandonar sus inquietudes literarias, emprendió también los estudios de Periodismo, que completó en 1968. Algunos años más tarde, su actividad como periodista le dará acceso al trabajo por el que llegaría a ser más conocido. 
En los años sesenta, fue secretario de la Delegación del Opus Dei en Barcelona y colaboró generosamente en la puesta en marcha de diversas iniciativas apostólicas, sociales y educativas, en Cataluña y Aragón. Los directos promotores del Colegio Xaloc, en L’Hospitalet de Llobregat, la ciudad más populosa del cinturón obrero de Barcelona, no han dejado de poner de relieve cuánto deben al impulso tenaz y optimista que recibieron, en aquellos primeros momentos, de Joaquín Navarro-Valls. También fue uno de los impulsores del inicio de la labor formativa con familias en la ciudad de Tarragona.  
A inicios de los años 70 se trasladó a Roma, y colaboró con san Josemaría Escrivá en las tareas de comunicación del Opus Dei, donde le tocó informar del fallecimiento del fundador (26 de junio de 1975) y de la elección del sucesor, el ahora beato Álvaro del Portillo. Años más tarde, días antes de la canonización del fundador del Opus Dei, escribía estas palabras en el Osservatore Romano: “Josemaría Escrivá nos hace ver que el santo no se mueve en un mundo de sombras y de apariencias, sino en este mundo nuestro de realidades humanas y concretas, en el que hay un ‘algo divino’ que ‘está ya ahí’ esperando que el hombre sepa encontrarlo”.
En Roma también trabajó como corresponsal del diario ABC. Ese cargo comprendía los países del Mediterráneo oriental, lo que le obligó a viajar con frecuencia a los países de Oriente Medio. Hizo muchas amistades entre sus colegas, y en 1983 fue elegido presidente de la Stampa Estera, la asociación de corresponsales extranjeros en la Ciudad Eterna.
En 1984, san Juan Pablo II le nombró director de la Oficina de prensa del Vaticano. Desde entonces, su figura ha estado asociada a la del Papa Wojtyla hasta su muerte en 2005, y después también a la de Benedicto XVI, con quien siguió desempeñando el mismo cargo durante los quince primeros meses de su pontificado. 
Su relación con san Juan Pablo II fue muy estrecha: el Papa le encargó misiones delicadas ante figuras como Gorbachov o Fidel Castro, y con él y otras pocas personas pasó durante muchos años algunos periodos veraniegos de reposo en la montaña.  
Por Juan Pablo II sentía sincera veneración. “Soy consciente de que tendré que rendir cuentas a Dios —decía en 1993, todavía en vida del pontífice polaco— por la inmensa suerte de haber podido trabajar cerca de un hombre, en cuyo entorno se palpa la existencia de la gracia. Mejor dicho, se palpa en la hondura de su oración, y en las decisiones que toma como consecuencia de esa oración”. Su conmoción en las horas previas a la muerte del Papa, el 1 de abril de 2005, quedó inmortalizada por las cámaras de televisión.
En 2006, al cumplir setenta años, fue relevado en la Oficina de prensa de la Santa Sede por el padre Federico Lombardi. Después colaboró por algún tiempo como columnista del diario La Repubblica y en varias televisiones italianas e internacionales. En los últimos años de su vida, desde enero de 2007, fue presidente del Advisory Board de la Universidad Campus Bio-Medico de Roma. Además, se involucró en otras iniciativas de interés social y cultural.
Muchos han visto en la persona de Joaquín Navarro-Valls un testigo de fidelidad a la Iglesia, a su vocación al Opus Dei, a sus familiares y amigos. “Después de tantos años, ¿piensa que vale la pena complicarse la vida en el Opus Dei?”, le preguntó por ejemplo un periodista de la RAI en 1995, en el marco de una entrevista televisiva. “Al ciento cincuenta por ciento”, respondió.

Cáncer de páncreas

El cáncer de páncreas o cáncer pancreático es un tumor que se origina en la glándula pancreática.

Es una de las neoplasias más agresivas debido a su pronta difusión, su falta de síntomas específicos tempranos y su diagnóstico tardío (en el momento del diagnóstico, los pacientes por lo general tienen la enfermedad localmente avanzada e incluso metastásica, lo que impide la cirugía curativa). En los últimos años, se han estudiado nuevas técnicas para ayudar a la detección precoz del cáncer de páncreas.

El cáncer de páncreas, si bien es el décimo tumor en frecuencia en los países industrializados (solo constituye del 2% al 3% de todos los tumores sólidos), representa la cuarta causa de muerte por cáncer y se prevé que para 2030 incremente su incidencia en un 50%, convirtiéndose así en la segunda causa de muerte por cáncer y provocando más muertes que el cáncer de próstata, colon o mama.

Por ello, en los últimos años se están produciendo importantes, pero aún escasos, avances para combatir esta enfermedad, tales como nuevos y más efectivos esquemas de quimioterapia, métodos de diagnóstico más precoces, desarrollo de fármacos y moléculas específicas y avances en cirugía curativa. Se está demostrando incluso la eficacia de la inmunoterapia. Todo ello está resultando en una mejoría progresiva en la supervivencia respecto a la última década.

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