MADRID.- La autopista Cartagena-Vera pasa a manos del Estado. El
Consejo de Ministros ha aprobado el convenio para gestionar las nueve
vías de peaje en quiebra hasta que sean adjudicadas de nuevo. El coste
rondará los 3.600 millones de euros.
Durante ese periodo,
el Ministerio de Fomento las gestionará a través de la empresa pública
Sociedad Estatal de Infraestructuras Terrestres (Seittsa). Mediante este
convenio de gestión directa, Seittsa explotará esas infraestructuras,
incluidas en ocho contratos de concesión que afectan a nueve autopistas
(hay uno que incluye dos), una vez que el juez apruebe su plan de
liquidación. Seittsa también se encargará de preparar la licitación de
los contratos por los que se adjudicarán de nuevo.
La
sociedad pública asumirá la explotación, conservación y mantenimiento de
las infraestructuras a partir de que los juzgados aprueben los planes
de liquidación, lo que, fuentes del Ministerio, prevén que tendrá lugar
dentro del primer cuatrimestre de 2018, para que en el segundo se saquen
a licitación y en el último de ese año se adjudiquen.
El
convenio aprobado ayer obliga a Seittsa a explotar, conservar y
mantener las autopistas con las mismas exigencias que figuran en los
contratos de concesión actuales. La idea del Ministerio es que dentro
del mismo año en que estas vías reviertan al Estado se puedan adjudicar,
a fin de que su impacto en el déficit público sea el menor posible, al
poder computar el ingreso que obtenga por su adjudicación en el mismo
ejercicio.
Fomento prevé
que la cantidad obtenida con la relicitación de las autopistas permita
aminorar el gasto que tendrá que asumir por responsabilidad patrimonial
de la Administración (RPA), que este departamento estima que estará por
debajo de los más de 3.600 millones que calculó el Tribunal de Cuentas. A
la RPA, el Estado deberá sumar los 550 millones de euros por los
préstamos participativos que se dieron para construir estas vías y que,
tras la liquidación, serán incobrables.
Las autopistas
serán licitadas en uno o dos lotes, de forma que en el primer caso sería
una única concesionaria la que explotaría estas nueve autopistas de
peaje, que entraron en concurso de acreedores y de las que seis están en
fase de liquidación, mientras que otras tres todavía están en la de
convenio.
Las nueve autopistas que revertirán al Estado y que serán
explotadas por Seittsa son las cuatro radiales de Madrid, la
Madrid-Toledo, la Ocaña-La Roda, la que une la capital con el aeropuerto
de Barajas, la Cartagena-Vera y la circunvalación de Alicante.
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