MADRID.- A la vista de los datos publicados por el Banco de España este
martes parece claro que algo está cambiando. Y es que si analizamos
solo el primer semestre, el volumen del dinero prestado por las
entidades financieras a los hogares ha crecido de forma estimable por
vez primera desde el inicio de la crisis.
En concreto,
son 1.844 millones más, una cantidad moderada en términos globales, si
bien permite anotar un leve aumento del 0,2%. La parte buena, a juicio
de distintos expertos, es que no se debe al crecimiento de una nueva
burbuja inmobiliaria; al contrario, este tipo de financiación continúa
en caída libre. El lado malo, pr el contrario, es que puede terminar
siendo casi flor de un día, pues su causa fue el fuerte tirón del
crédito en junio, con 7.886 millones más que el mes anterior.
Para
encontrar un incremento de proporciones similares hay que remontarse
hasta noviembre de 2016, cuando el saldo total de préstamos a los
hogares creció en 6.483 millones respecto a octubre. En uno y otro caso
la fuerte subida del consumo fue el detonante, debido fundamentalmente a
la cercanía de campañas especialmente propicias para las compras como
el verano y el período navideño, respectivamente.
En ese
mayor afán comprador se incluye también el aumento del gasto en viajes,
muchos de los cuáles son financiados con créditos. Gracias a ello, el
dinero prestado por los bancos para operaciones de consumo creció un
5,7% desde finales del año pasado, con 9.722 millones más. También sube
si la comparación abarca un año, al haberse concedido 4.813 millones más
(2,8%) que en junio de 2016. Y eso que hablamos de un ámbito donde las
alzas son nota frecuente ya desde mediados de 2015.
Este
tipo de créditos, no obstante, siguen siendo minoría. Solo uno de cada
cuatro euros otorgados por las entidades financieras a los hogares van
destinados al consumo; el resto (75%) se destina a comprar viviendas,
cuyo importe es mucho mayor. Hablamos así de un total de 178.245
millones concedidos al cierre de junio, frente a un saldo de 536.425
millones para ‘ladrillo’.
Otra
diferencia notable es que en este segundo caso los descensos se
mantienen como nota predominante desde el inicio de la crisis. Y aunque
van a menos –de la caída del 3,7% que sufrió en 2014 se moderó en junio
pasado al 2,8%–, contrastan con incrementos de los préstamos al consumo
ya superiores al 3%: subieron un 2,7% en 2015, un 4,2% en 2016 y la
media de 2017 no baja del 4%.
En la financiación bancaria
ligada a la vivienda, por el contrario, el volumen se ha reducido en
16.646 millones en los últimos 12 meses (3% menos), mientras que si
tomamos como referencia el cierre de 2016 el recorte se limita a
prácticamente la mitad, con 7.878 millones menos (-1,4%). El elevado
peso de los créditos inmobiliarios dentro del total de dinero recibido
por los hogares hace también haya descendido en tasa interanual, en
concreto un 1,6% con 11.833 millones menos.
Los
responsables del Banco de España ya anticiparon hace dos semanas que la
demanda de crédito de los hogares se había acelerado en el segundo
trimestre. En cifras, de abril a junio aumentó en 5.709 millones, aunque
en términos relativos la mejora fue solo de ocho décimas por el
descenso en vivienda.
En el caso de las empresas (no
financieras), los préstamos bancarios también se recuperan, si bien
mínimamente, en lo que va de 2017. Hasta junio se habían concedido 253
millones más (0,02%).Pero comparado con hace 12 meses todavía había un
retroceso de 8.969 millones (-0,9%) para un saldo de 906.970 millones,
casi un 27% más que el dinero dado a los hogares (714.670 millones).
No hay comentarios:
Publicar un comentario