miércoles, 2 de agosto de 2017

El Ministerio de Fomento recupera el pulso que había perdido con la crisis

MADRID.- El mi­nistro de Fomento, Íñigo de la Serna, puede con­ver­tirse en el ti­tular del Ministerio que des­en­calló dos de los pro­blemas más en­ro­cados de este Departamento como ha sido la Operación Chamartín y las au­to­pistas en quie­bra. Y bajo su man­dato, acaba de pre­sen­tarse el nuevo Plan de Carreteras con el ob­je­tivo de reac­tivar la obra pú­blica. Todo un logro en un Gobierno que, pese a las di­fi­cul­tades de­ri­vadas de la co­rrup­ción, pa­rece en­ca­denar todo un halo de con­quistas eco­nó­mi­cas, se escribe hoy en Capital Madrid

Cual mago de Oz, De la Serna está consiguiendo que el Ministerio de Fomento, convertido en los años de la crisis en el organismo más olvidado de los Presupuestos, haya pasado a ser uno de los departamentos con más protagonismo del nuevo crecimiento económico.
El acuerdo que Fomento, Ayuntamiento de Madrid y Distrito Castellana Norte (DCN) acaban de firmar puede resultar histórico para el país y todo un aldabonazo económico no sólo para la capital de España sino por el efecto Brexit puede generar en cuanto a llegada de bancos de negocios y sedes de empresas. De ser una ciudad incapaz de sacar adelante un proyecto que lleva en estudio más de 20 años a convertirse, quién sabe, en una nueva City londinense.
La Operación Chamartín por la que nadie apostaba un euro hace un año ha sido recuperada de sus cenizas y puede acabar siendo todo un símbolo de modernidad y desarrollo para España. De estar enterrada tras la llegada de la nueva corporación municipal, el proyecto ha sido recuperado aunque modificado pero todo ha quedado en un punto intermedio sin vencedores ni vencidos. Las tres partes implicadas en el proyecto han coincido en el mismo planteamiento: Madrid se convertirá en la plataforma de los grandes negocios europeos.
De la Serna ha señalado que “la City londinense no tendrá nada que envidiarnos, puesto que en Madrid se construirá el centro de negocios mejor conectado, funcional y moderno del mundo”. La alcaldesa Manuela Carmena ha insistido en las oportunidades que ofrecerá Madrid a las grandes multinacionales y bancos de negocios.
Por su parte, el director de desarrollo de negocio de DCN, Miguel Hernández, ha dicho que Madrid será una nueva City al más puro estilo londinense que “atraerá a las empresas que tengan que replantearse su estructura y su estrategia por el Brexit, y a las firmas latinoamericanas y de Oriente Medio y África que quieran operar en el Viejo Continente”.
Las tres partes han sabido aprovechar el momento clave y todo lo que se está moviendo en Europa con la salida del euro del Reino Unido para ofrecer la capital de España como una de las ciudades dispuestas a disputarse con Frankfurt y París toda la actividad financiera que decida abandonar Londres. La remodelación que sufrirá el entorno de la Plaza España junto con la rehabilitación del emblemático Edificio España aportará también al centro de Madrid un aire de ciudad moderna para acoger al mundo de las grandes finanzas.
La cadena hotelera mallorquina RIU se ha hecho con unos de los edificios más emblemáticos de la capital madrileña tras comprar el edificio al grupo Baraka que, previamente, lo había adquirido al grupo chino Wanda. Ha sido otra de las operaciones que se ha logrado sacar adelante después de estar en el dique seco y con gran riesgo de que fuera víctima de la piqueta y fuera demolido o abandonado nuevamente.
El segundo plan en el que el actual ministro de Fomento ha participado de lleno ha sido el Plan de Inversión Extraordinaria en carreteras con obras de construcción y mantenimiento sobre unos 2.000 kilómetros de autovías y unas inversiones previstas de unos 5.000 millones.
El Gobierno tiene previsto lanzar, tras el verano, dicho plan y, aunque, las empresas constructoras y la patronal Seopan, consideran que habría que ser más ambicioso, lo que es cierto es que supone el comienzo de la recuperación de la obra pública, olvidada desde el inicio de la crisis en 2008.
Se estima que el plan genere a lo largo del tiempo unos 190.000 empleos. Los proyectos en sí no han sido aún concretados, aunque básicamente se va a centrar en completar trazados de vías transeuropeas, ampliación y mejora de otras vías.
Hay que decir que el proyecto está todavía en fase incipiente y habrá que esperar a ver si las constructoras confían en el mismo. Por eso, no puede decirse que De la Serna haya sido el gran protagonista del plan y de la reactivación de la obra pública en España por si luego no cristaliza. La idea es que, durante cuatros años -periodo 2017-2021-, se acometan una veintena de proyectos en autovías y remodelación de tramos.
El tercer gran escollo que parece tomar visos de solución es el rescate de las nueve radiales españolas que están en quiebra y a las que el Estado está obligado a rescatar. La decisión que ya está tomada es que todas las radiales revertirán al Estado y volverán a ser licitadas en 2018.
La ex ministra Ana Pastor lo intentó durante su mandato en Fomento pero no logró avanzar por las diferencias que había con los bancos acreedores y la mala coyuntura económica del país. El buen momento económico y el aumento del tráfico que se está produciendo ahora están facilitando las cosas y todas las radiales están en resultados positivos de explotación. La cuestión que aún queda por determinar es si el Gobierno reconoce los 3.500 millones que las constructoras propietarias y los bancos reclaman. El ministro de Fomento ha afirmado en varias ocasiones que la cifra es bastante menor pero no se ha concretado.
La empresa pública Seittsa aglutinará los pasivos y los activos del conjunto de las ocho radiales en quiebra y cerrará todos los flecos que aún están pendientes de resolver. Gran parte de la deuda que arrastran lo bancos la han traspasado a fondos por lo que la negociación de la misma es muy complicada. 
Aparte de los fondos implicados, las constructoras concesionarias tienen que dar el visto bueno como es el caso de Abertis, ACS, Sacyr, Acciona, OHL, Ferrovial y Cyntra. Las radiales en quiebra son la 2, 3, 4 y 5 de Madrid; la autopista AP-41 entre Madrid y Toledo; la M12; la AP-36 entre Ocaña y La Robla; la circunvalación de Alicante y la Cartagena-Vera.

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