MADRID.- El investigador del Centro Oceanográfico de Murcia y del
Instituto Español de Oceanografía (IEO), Ignacio Franco, asegura que la
llegada de medusas al litoral español durante este verano se encuentra «dentro de lo normal» y está siendo «menor de lo que se esperaba» a finales de primavera, cuando recibieron varios avisos.
«No
está siendo un mal verano», señaló Franco pese a que aseguró que «al
principio del verano, todo parecía indicar que iba a ser bastante malo».
Además, señaló que tampoco esperan a una de las especies de medusas «más peligrosas», la carabela portuguesa (Physalia physalis), «aunque puede que se haya colado alguna desde el Atlántico».
Mientras tanto, «una de las más características del Mediterráneo», la medusa luminiscente (Pelagia noctiluca), está en «niveles habituales», aunque, aún así, «ahora son más abundantes que 10 ó 15 años».
Según
Franco, el aumento del número de medusas con respecto a hace una o dos
décadas, «no tiene que ver tanto con el cambio climático, que a veces
parece un comodín para explicarlo todo», sino con la eutrofización (aumento de nutrientes en el agua) y la sobrepesca.
Por
un lado, con unos mares más nutridos, «como consecuencia de los
vertidos urbanos y de los abonos de los cultivos agrícolas», según
continuó Franco, «la presencia de microalgas, que es alimento directo de las medusas, aumenta». Por tanto, estas especies tienen «más comida».
Por
el otro, la sobrepesca de especies como las sardinas o los boquerones
hace que «las medusas no tengan competidores» por el plancton. Todo
esto, «unido a su alta capacidad reproductiva» y a su «gran adaptación
al cambio global» hace que las condiciones para la supervivencia y
presencia de las medusas «se incrementen».
Según explicó Franco, ante las picaduras de medusas, «uno de los remedios más eficaces» es poner hielo porque «además de que calma el dolor, degrada el veneno». También señaló el vinagre y el amoniaco, aunque puntualizó que éste último «puede quemar la piel».
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