LORCA.- La asociación de vecinos de la pedanía lorquina de Almendricos solicita un
encuentro formal con la alcaldesa lumbrerense e iniciará una recogida de
firmas entre sus habitantes para recabar apoyo popular a su iniciativa de segregación de Lorca. No están dispuestos a seguir soportando lo que consideran "un completo
abandono" y un "agravio comparativo" por parte del Ayuntamiento de
Lorca, al que pertenece esta pedanía, respecto a otras zonas del
municipio.
Lorca, con 1.675,22 kilómetros cuadrados, es el segundo término
municipal más grande de España, y ocupa más del 15 por 100 del
territorio de la Región de Murcia. Su población, que supera los 93.000
habitantes, se distribuye en 39 pedanías y 14 barrios.
Entre las
primeras se encuentra Almendricos, una localidad situada al sur de la
comarca del Alto Guadalentín, en el límite con la provincia de Almería y
que cuenta con 1.695 vecinos y vecinas según datos del Instituto
Nacional de Estadística (INE) de 2022.
Por su lejanía con el casco urbano de Lorca, del que dista 30,8 km
por carretera, los insuficientes servicios públicos, las paupérrimas
inversiones municipales que se realizan en la pedanía y los escasísimos
cauces de participación de la ciudadanía en los asuntos que son de su
interés, los habitantes de Almendricos mantienen desde hace décadas un
sentimiento de profunda desafección hacia el Ayuntamiento de Lorca.
Baste un ejemplo: el consistorio se niega, sistemáticamente, a poner
en marcha el Reglamento Orgánico de los Distritos del Municipio de
Lorca, a pesar de que esta norma entró en vigor en 2014. Se trata de una
herramienta que posibilita la creación de divisiones territoriales
propias, dotadas de órganos de gestión desconcentrada, esto es, las
Juntas de barrio y de pedanía. Todo ello con el objetivo de impulsar y
desarrollar la participación ciudadana en la gestión de los asuntos
municipales.
A pesar de la aprobación de numerosas iniciativas en el Pleno del
ayuntamiento, los vecinos de Almendricos llevan casi una década
esperando a que se promuevan los procesos, previstos en la ley, de
regeneración democrática para acercar la Administración a la ciudadanía y
facilitar su participación activa en las políticas públicas.
Ello, a
pesar de un Dictamen del Consejo Jurídico de la Región de Murcia que, ya
en el año 2013, instaba a que, por parte del Ayuntamiento de Lorca, se
aplicasen mecanismos de descentralización administrativa respecto a este
núcleo de población.
La falta de un presupuesto municipal equilibrado y sensible a las
necesidades de los contribuyentes que habitan en las pedanías lorquinas
es otro de los motivos que les llevan a plantearse su pertenencia a
Lorca.
"Aquí lograr cualquier avance o inversión acarrea un esfuerzo
titánico y una lucha permanente con el ayuntamiento", asegura Juan
Antonio Ruiz Piqueras, presidente de la asociación de vecinos de
Almendricos.
"Desde que pongan unas tristes luces en navidad hasta que
arreglen un bache o limpien un parque, somos nosotros los que tenemos
que estar bregando, porque por aquí asoman únicamente cuando se acercan
las elecciones municipales", relata.
Como muestra, Ruiz comenta la lucha que los vecinos llevan a cabo
desde hace treinta años para el arreglo de una carretera de apenas cinco
kilómetros que une Almendricos con otra pedanía lorquina, La Campana.
La vía, que carece de medidas de seguridad y tiene una elevada
siniestralidad "es la que utilizan nuestros hijos para ir al instituto, y
no estamos dispuestos a que la respuesta sea siempre que no hay dinero
para eso".
Un dinero que el Ayuntamiento de Lorca sí encuentra para
realizar inversiones millonarias en el caso urbano de Lorca, "donde sus
habitantes pagan los mismos impuestos que nosotros", asegura el líder
vecinal.
Para Ruiz, no se trata de perjudicar a nadie, sino de gestionar el
municipio con criterios de equidad, teniendo en cuenta a todos los
vecinos, independientemente de su lugar de residencia, y priorizando en
lo importante.
"No se pueden reformar una y otra vez las mismas calles
del centro de la ciudad o gastarse casi 20 millones de euros en un
auditorio cuando aquí aún hay viarios sin luz o las tuberías tienen más
de 40 años y son de fibrocemento", asegura.
Por todo ello, los almendriqueños sopesan acogerse al artículo 7 del
Reglamento de Población y Demarcación Territorial de las Entidades
Locales, que permite la segregación de parte del territorio de un
municipio para agregarlo a otro limítrofe por existir "notorios motivos
de necesidad o conveniencia económica o administrativa".
En ese sentido, alegan que ya varios de los servicios públicos que se
prestan en la pedanía "dependen directamente de Puerto Lumbreras", como
el centro médico o el puesto de la Guardia Civil, que también cierran
en Almendricos cuando en ese municipio se celebran fiestas locales.
Pero es que, además, la falta de equipamiento público deportivo, cursos y
talleres, que el Ayuntamiento de Lorca sí habilita para los vecinos del
casco urbano, hace que "si nuestros hijos quieren tener apoyo
extraescolar en sus estudios, ir a baile o practicar natación, fútbol u
otro deporte, tengamos que llevarlos al Puerto".
Este municipio vecino, que dista apenas diez kilómetros de
Almendricos, frente a los más de 30 que le separan de Lorca, también es
el centro de referencia de los almendriqueños para hacer compras o
desarrollar su ocio y su vida social.
La asociación de vecinos de Almendricos espera ser recibida por la
alcaldesa de Puerto Lumbreras, Mari Ángeles Túnez (PP), en tanto el
expediente para la segregación de Almendricos de Lorca y su anexión a
Puerto Lumbreras "debe iniciarse a instancia de alguno de los municipios
interesados".
También tienen esta competencia el Delegado del Gobierno o
la propia Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, a quienes los
vecinos no descartan acudir si fuera necesario. También prevén iniciar,
próximamente, una recogida de firmas para recabar apoyo popular a esta
iniciativa.