domingo, 9 de octubre de 2016

El tovarismo en modo gestora / Ángel Montiel *

"Si entre ellos se tratan así ¿cómo esperas que te traten a ti?». El razonamiento pertenece a una persona muy cercana al presidente de la Comunidad tras observar lo que ocurrió en el Comité Federal socialista de la semana pasada. 

Pero la ceremonia del canibalismo no ha continuado con las mismas artes en su traslación desde Ferraz a Princesa. Las llamas siguen devorando a la organización, pero hay en todos los sectores una instintiva voluntad de no seguir avivando el fuego por razones de supervivencia tanto general como particular.

El test del Comité Regional del pasado viernes resulta expresivo de un retraimiento estratégico de todas las partes. El secretario general, Rafael González Tovar, no pudo llevar al extremo su inicial voluntad de ¿consultar a las bases? para que se estableciera una posición conjunta de los representantes murcianos en el próximo Comité Federal, en que se habrá de decidir si el PSOE opta por abstenerse ante una posible investidura de Rajoy o se da paso a las terceras elecciones, la única disyuntiva realmente existente. 


Al final, esta iniciativa quedó a la voluntariedad de las agrupaciones que así lo consideren, que es como darle carpetazo. Por otro lado, las ¿alcaldesas rebeldes? que se pronunciaron por mantener en Madrid un posición contraria a la que dictaba el tovarismo, mantuvieron firmemente lo dicho y escrito, sin restar una coma, pero no invocaron nuevas adhesiones ni anunciaron el inicio de batallas, lo que indica que prefieren evitar los envites y quedar a la espera de que se despeje la humareda del incendio de Ferraz. En definitiva, cada cual en su lugar, pero sin adelantarse a los acontecimientos.

Sin mayoría. El Comité Regional clarificó de manera involuntaria, sin embargo, que González Tovar no dispone ya de mayoría en ese órgano, lo cual es tanto como decir que la ha perdido en el partido. De este modo, la Ejecutiva regional queda, en la práctica, en modo gestora, pues el líder no puede dar tirones para sí so pena de quedarse sólo con algunos jirones.

La reunión del máximo órgano entre congresos dejó claro que hay tres bloques en el PSOE murciano: los
tovaristas, la línea crítica emergente de las alcaldesas, y la ¿vieja oposición?. Ésta no parece muy ahormada y es posible que no disponga de grandes respaldos, pero constituye un núcleo que genera permanente incomodidad en el actual aparato: Ramón Ortiz, Alfonso Navarro, Roberto García o Pedro López. A estos nombres habría que añadir el de Joaquín López, quien para algunos se desempeña en una forzada ambigüedad.

Por su parte, las ¿alcaldesas rebeldes? son la punta de lanza de un nuevo poder orgánico en el seno del PSRM que aún no está forjado, pero que ha adquirido aún más crédito tras las exposiciones en el Comité de Mari Carmen Moreno, Esther Clavero y Ana Belén Castejón, ésta última en nombre de Cartagena, lo que indica el posicionamiento claro de uno de los núcleos con agrupaciones más potentes en la estructura interna socialista.

María. En este contexto, el
tovarismo sólo podría prolongarse, mediante pactos muy estrictos, a través de María González Veracruz, sobre la que algunos advierten que no encontrará rechazo para sustituir a su padre siempre que se atenga a otras dinámicas más inclusivas.

María González sigue siendo un gran activo del PSOE murciano, aunque es obvio que no es lo mismo desembarcar en él por propia decisión que hacerlo como mal menor después de haber sido desalojada de la Ejecutiva federal. La posibilidad de que la diputada nacional tomara las riendas del PSRM siempre ha estado latente, pero en las actuales circunstancias podría quedar como un compromiso de consolación para quien aspiraba a ser ministra de Ciencia en el Gobierno nonnato de Pedro Sánchez.

María González tiene otro problema, tal vez personal, y es que Rafael González Tovar se muestra habitualmente sordo a cualquier análisis que no sea el prefijado por él. Ni sus colaboradores más cercanos se atreven a expresarle reparos, pues el líder no ha aprendido, a pesar de sus muchos años en la vida política, a canalizar las críticas. Todo lo que implique forzar la voluntad de su padre será un freno para María González por mucho que ella aprecie la necesidad de cambio y de que ¿las fuerzas del cambio? la convoquen a ella.

¿Disciplina? Tovar no pudo echar un pulso a los disidentes de su consigna (
«sí a Pedro Sánchez») en el reciente Comité Federal, pues las fuerzas del regional no le acompañaban. De modo que no cabe esperar que cambien mucho las posiciones de la delegación murciana a Madrid cuando sea citada, cuyo decalaje contra las tesis del secretario murciano fue la primera señal de la debilidad interna de éste. Pero ahí no está ya el problema. El signo de las votaciones en el Federal pasará a segundo plano una vez el voto mayoritario por la abstención que facilite el Gobierno de Rajoy se traslade al Grupo Parlamentario Socialista, donde aún no está claro que se acate la decisión del máximo órgano del partido a sugerencia de la gestora que ahora lo gobierna. ¿Se abstendrán María González y Pedro Saura? Y si no lo hacen ¿qué consecuencias tendría ese gesto en la federación murciana?

En realidad la primera pregunta sólo afectaría a la diputada, pues no cabe duda de que Saura, a pesar de que votó a favor de Sánchez en el Comité de Ferraz (el voto era a mano alzada, recordemos), atendería sin duda a la decisión que se adopte el viernes. Ya en la reunión del Grupo Socialista en el Congreso que se celebró tras el tormentoso cónclave de Ferraz, Saura intervino para señalar que «los diputados tenemos la responsabilidad de cohesionar el partido y no darle aire a las críticas».

Esa intervención ha sido interpretada en el entorno de Tovar como un reposicionamiento. Pero es María González quien puede verse en un brete si ha de votar en contra de la línea que ha mantenido desde la Ejecutiva de Pedro Sánchez, y sólo podrá hacerlo alegando disciplina a las decisiones del Comité Federal.

Si se rebelara contra ellas, su actitud sería coherente con las convicciones que ha hecho públicas, pero se pondría frente a las alcaldesas murcianas que representan la mayoría del poder institucional del PSOE en la Región y que son también el principal núcleo de apoyo para su continuidad en la política desde Murcia.

A pesar de que todos estos considerandos son prueba de que el PSOE dejó en Ferraz más problemas abiertos de los que quiso cerrar, la virtud para González Tovar de la resaca de esta cuestión en el Comité Regional del pasado viernes es que apenas se valoró su gestión y la del Grupo Parlamentario que preside, que es donde estás su talón de Aquiles en la práctica de la política regional. Sólo sus adversarios tradicionales esbozaron estas cuestiones, pues lo perentorio para todos era ofrecer alguna luz sobre el bloqueo en que se encuentra, aquí y allí, la organización.

Pero que se pasara por alto el análisis de gestión, que era lo que conformaba el orden del día, cuando tan pocas oportunidades ofrece Tovar para hacerlo, pues convoca el Comité de uvas a peras («Tovar sólo es renovador cuando no está en el poder», anotan quienes lo conocen mejor), no impidió que se pusiera de manifiesto que gobierna el partido con un respaldo precario, aunque todavía respetuoso, y que ¿las alcaldesas rebeldes? se mostraran con claridad como un futuro banderín de enganche que empieza a generar una considerable expectación en el seno de la organización.

Un problema añadido en este contexto es la posición del PSOE sobre la provincialidad de Cartagena, que se reclama desde las agrupaciones locales como cesión al compromiso de gobernabilidad municipal con el Movimiento Ciudadano. No parecería fácil que el PSOE se mostrara partidario, pero su rechazo ahora puede ser interpretado como una respuesta de Tovar a Ana Belén Castejón por su toma de posición en la crisis interna.

A los puños de Ferraz ha seguido el guante blanco en Princesa. Mientras estén en esto, contra lo que le advierten, tal vez PAS pueda perder cuidado.


(*) Columnista




http://www.laopiniondemurcia.es/comunidad/2016/10/09/tovarismo-gestora/773456.html 

Un Estatuto para mejorar el futuro / Jesús Giménez Gallo *


Durante la transición despertó vigoroso en Cartagena y su comarca un sentimiento identitario y provincialista que resultó hábilmente mitigado. No trato aquí de hacer una reseña histórica, así que lo dejaremos en que 10.000 personas, según las crónicas periodísticas de la época, pidieron la provincia en abril de 1978 y el eslogan "Cartagena Provincia" anidó en los corazones de muchos más, pues era una etapa de esperanza y recuperar lo que nos perteneció siempre es un objetivo loable y querido. Así lo reivindicó ante Su Majestad el Rey, el Alcalde, Enrique Escudero.

En aquel tiempo, partidos con vocación nacional, más interesados en una Comunidad Autónoma Uniprovincial centralizada en Murcia, maquinaron para que no saliera adelante en Madrid la restitución de la provincia, y aprobaron un Estatuto de Autonomía cuyo texto normativo arrinconó a Cartagena y a todos los municipios de la Región, convertidos en satélites de un astro con poco brillo en aquel entonces.

Los años posteriores, asentado el Estatuto de Autonomía, sirvieron para afianzar ese "Cartagena Provincia" entre los cartageneros, y así fue como un partido localista como el Partido Cantonal consiguió gobernar el municipio, con un pacto de gobierno inestable con AP, que acabó en traición, y aderezado de constante marginación por parte del PSOE, entonces en el poder regional y nacional. El alcalde Vallejo también pidió la provincia al Rey, con idéntico resultado, satisfacción en las barras de los bares cartageneros y ninguna consecuencia en la realidad.

Tras ello, cuatro años de José Antonio Alonso que coincidieron con la gran crisis de los 90, y 20 años de Pilar Barreiro que pasaron de la crisis a la bonanza como nunca antes se había conocido y, finalmente, a una situación financiera insostenible. En ambos casos la provincia fue un murmullo, condenada a un papel residual y romántico por el desinterés de las instituciones y la irrelevancia de quienes la defendieron en aquel tiempo en la esfera política.

En esa etapa se produjeron dos hitos importantes, el nacimiento de la plataforma por la biprovincialidad '2es+' y, en 2007, la recogida y presentación a la Asamblea y al ejecutivo regional por parte de MC de 50.000 firmas de apoyo a la provincia de Cartagena.

Como he dicho, los políticos "provincialistas" de esa etapa ni entendían ni defendían las razones para esa provincia, así que los políticos regionales de los partidos nacionales solo tuvieron que guardar las firmas en un cajón, junto con la reforma del Estatuto de Autonomía y dejar pasar el tiempo en espera de un momento más propicio para que nada cambiara en esta Comunidad Autónoma.

Sucede que la labor didáctica de la plataforma ha continuado rellenando de razones técnicas la reivindicación. Y a esa evidencia social, económica, administrativa, y con todas las bendiciones legales y de justicia, se ha sumado el triunfo electoral de MC, que le permitió ostentar la Alcaldía a pesar de no ser la fuerza más votada. A día de hoy, y contra pronóstico, este movimiento social es canalizado en la esfera política por MC desde el Gobierno municipal con sentido regional, de ahí la evolución a MC Campo de Cartagena y la participación en las elecciones y el debate regional.

MC ha asumido la responsabilidad de servir la principal demanda ciudadana, la de que las instituciones sirvan a éstos y al interés general, para obtener un sistema más justo de reparto y conseguir, como objetivo esencial e irrenunciable, ser el motor del futuro para la comarca.

Esa comarca que se ha visto maltratada en los servicios públicos más básicos, sanidad, educación, justicia, y que en estos casi 40 años de los que hablamos ha sido incluso artificialmente dividida por esa distinción entre Cartagena y Mar Menor.

Desde el Ayuntamiento de Cartagena MC ha tendido puentes hacia los otros siete municipios con los que compartimos la comarca natural, nuestros comunes campo y mar, se avanza en estudios para la optimización de los servicios a través de la comarcalización de la Comunidad Autónoma, y se hace sin siglas y sin las pretensiones expansionistas y colonizadoras que llevaron a una Región uniprovincial, que arrinconando a 44 municipios se arrincona a si misma.

A nivel municipal se trabaja en que todos nos reconozcamos en Cartagena y nuestra comarca, no se trabaja para estar o poder, se trabaja para hacer y eso se siente en la calle y lo sienten los partidos políticos y aquellas mentes que apagaron una justa reivindicación comienzan a tener una realidad de justicia y equilibrio.

La ilusión puede ser canalizada y desviada, ya lo demostraron hace 40 años, pero la incertidumbre que les genera les hace poner en marcha su maquinaria, toda sin reservas, y esa es otra consecución, puesto que esa maquinaria es también la nuestra.

El Estatuto de Autonomía que nos apartó va a ser revisado, un nuevo texto que debe canalizar las expectativas de progreso y desarrollo de una comarca, que por fin se organiza para el bien de sus ciudadanos, y contemplar en su articulado la biprovincialidad, la creación de una segunda provincia donde Cartagena es punta de lanza, pero no puede ni quiere estar sola, con La Unión, desde Mazarrón a San Pedro del Pinatar, desde Fuente Álamo por Torre Pacheco hacia los Alcázares y San Javier, ocho municipios que pueden representar el futuro de la Comunidad Autónoma, agricultura, turismo, Mar Menor, patrimonio, historia, para una Región biprovincial, con la representación y el presupuesto que nos corresponde. Y el resto de la Región fortalecida por el aumento de la representatividad en el Estado y de los recursos autonómicos.

Las dos caras de la moneda lo demandan, la agricultura carece de agua de calidad, nos la niegan y no tenemos peso para atraerla, el Mar Menor padece tras años de abandono, y tampoco fluyen hacia él las soluciones, en la comarca seguimos trabajando para que así sea, pero hace falta que todos apostemos por ella.

En Cartagena tenemos un proyecto (MC) que cree que en ella, pero no como ciudad o municipio, sino como catalizadora de las oportunidades que merecen los habitantes de la comarca y la Región, y lo pide, lo reclama y no tiene dependencia ni atadura que lo impida, y eso resulta incómodo.

Seamos capaces de aprovechar la oportunidad de arriesgar, la responsabilidad nos obliga a apostar por el futuro, por todo lo que podemos conseguir y se nos ha vedado estos 40 años, y trabajemos ya en que el Estatuto de Autonomía contemple la biprovincialidad de la CARM, esa segunda provincia con centro en nuestro campo y bañada por dos mares, no es romanticismo, no es ambición, es el futuro que se nos ha presentado en este momento. Esa es la verdad.


(*) Abogado, árbitro y mediador. Presidente de MC

'Podemos' solicitará la puesta en marcha de un Plan Integral de Salud Mental para la Región

CARTAGENA.- María Ángeles García Navarro, diputada regional de Podemos, ha señalado que desde 2013 la Región de Murcia está sin un marco de referencia sobre las actuaciones a desarrollar en esta materia. Como propuesta, el grupo parlamentario presentará una moción para que en dicho plan se tenga en cuenta, tanto en la planificación como en la gestión y el control del mismo, a los colectivos afectados.

Uno de los objetivos de Podemos es que en el nuevo Plan Integral de Salud Mental, que debe desarrollar el gobierno regional, se acabe con el "estigma" de los diagnósticos de trastorno mental y se adecuen los recursos a las necesidades de los usuarios.
Para ello, García Navarro ha explicado que se debe "completar y definir" la cartera de servicios sanitarios para que sea homogénea con el resto de comunidades autónomas. Además, según la diputada de Podemos, "la organización y el reparto de estos recursos debe partir de una especial conexión con la Atención Primaria, teniendo en cuenta que la mejoría en la atención dispensada en este nivel asistencial y una mejor coordinación con Salud Mental son prioritarios, entre otras cosas, para asegurar la protección y cuidado de la salud física de los usuarios".
Las plantillas profesionales también deben ver mejorada su "adecuación" porque según María Ángeles García Navarro, debe haber un tratamiento integral que "incluya intervención por distintos profesionales, especialmente psicoterapéutica por parte de psicólogos clínicos". Asimismo, ha añadido, hay que generar una cartera de servicios de rehabilitación, intervención familiar, acompañamiento integral y asistencia personal.
Por último, la parlamentaria regional de Podemos, ha incidido en que también hay que trabajar en que se establezca un sistema de valoración de la autonomía personal y dependencia que contemple las especificidades de los trastornos mentales para que estas personas "puedan acceder a los recursos y dispositivos de apoyo y atención con las debidas garantías jurídico administrativas y disminuir el desmesurado porcentaje de desempleo y la alta tasa de discriminación que padecen estos ciudadanos".
En este sentido, María Ángeles García Navarro ha apuntado a que el Plan Integral de Salud Mental debe contemplar un marco para que las personas que padecen estos problemas puedan tener "el apoyo, la asistencia jurídica y el acceso a la justicia garantizado. Y establecer, por otro lado, un plan específico de atención a las personas que se encuentran en instituciones penitenciarias y padecen un trastorno mental".

La Comunidad Autónoma participa en un proyecto nacional para la obtención de la 'huella dactilar' del vino

MURCIA.- La Comunidad Autónoma participa en un proyecto a escala nacional para la obtención de la 'huella dactilar del vino', utilizando técnicas de resonancia magnética nuclear de protón (RMN-H1). El objetivo es recoger la tipicidad y el carácter que les confieren las distintas denominaciones de origen, variedades y añadas a los vinos de la Región y poder disponer de una potente herramienta frente a falsificaciones de vinos.

El Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (Imida), a través de la Estación Enológica de Jumilla, en coordinación con los consejos reguladores de las tres denominaciones de origen protegidas (Bullas, Jumilla y Yecla), serán los encargados de la recogida de muestras de vino de las distintas denominaciones de origen regionales. Posteriormente, las muestras serán enviadas a la Estación Enológica de Haro (La Rioja) para su análisis por técnicas de RMN.
La resonancia magnética nuclear de protón permite identificar de forma simultánea más de 50 compuestos que están presentes en el vino. En concreto, todos aquellos que poseen átomos de hidrógeno en su estructura molecular. Cada uno de estos compuestos exhibe varias señales en el espectro de RMN-H1, configurando en conjunto su 'huella dactilar', es decir, un perfil único y característico para cada vino.
Esta 'huella dactilar' se introduce en una base de datos que contiene muestras de otros vinos, en la que se establecen sus semejanzas y diferencias, se ubica el vino analizado frente a las diferentes variedades, los distintos años y las diferentes zonas de vinificación y países del resto de los presentes en el banco de vinos. Mediante esta comparación, se puede determinar con precisión el origen, la variedad y la añada.
Esta base de datos se encuentra en fase de desarrollo y en ella participan los principales países productores: Francia, Italia, Alemania, EEUU, Argentina, Sudáfrica, Australia y España. Cada uno aporta las muestras de sus vinos. En la actualidad se dispone de datos de 13.000 muestras de todo el mundo, de las cuales 900 son de España.
La directora del Imida, Juana Mulero, destacó que "pertenecer a esta red mundial permitirá al sector vitivinícola de la Región de Murcia poder certificar sus vinos en origen y destino, con la seguridad de que el análisis y el resultado será el mismo en ambos países. Esta circunstancia supondrá un avance en la trazabilidad de las transacciones comerciales de vino, por lo que se podrá así controlar los sabotajes, fraudes y falsificaciones, con la seguridad que ello comporta para el sector".

El Archivo General de la Región recibe una nueva donación de imágenes del ingeniero y fotógrafo Gustav Gillman

MURCIA.- La Consejería de Cultura y Portavocía ha recibido la donación de casi 600 fotografías del ingeniero y fotógrafo Gustav Gillman para ser custodiadas en el Archivo General de la Región de Murcia. Las imágenes fueron realizadas durante parte de los años que Gillman residió en España, entre 1890 y 1912, y fueron entregadas a la directora general de Bienes Culturales, María Comas, por su biznieta, Eveline van der Heijden.

Las imágenes, de distintos tamaños y formatos en buena parte, negativos sobre vidrio, dan testimonio de la actividad de Gillman como ingeniero de la compañía ferroviaria de Lorca-Águilas-Baza, así como sus viajes por toda España y otros países como Inglaterra, Suiza, Francia, Bélgica, Portugal y Brasil.
El grueso del legado de la familia Van der Heijden lo constituyen imágenes captadas por Gillman por España, especialmente en las provincias de Murcia y Almería. Dentro del material donado destacan unas placas de vidrio de gran formato (24 x 30 cm) entre las que se encuentran algunas de la Catedral de Murcia.
Comas agradeció a los descendientes de Gustav Gillman "su generosidad y la confianza depositada en la Comunidad y en el trabajo de conservación y difusión que se realiza en el Archivo General". El legado recibido "es un valor cultural inmenso", añadió la directora general, quien explicó que "completará la parte del fondo documental y fotográfico de Gillman que ya poseía el Archivo", compuesto por decenas de documentos y casi 450 fotografías originales y que puede ser consultado a través su página web, www.archivogeneral.carm.es.
Gustav Gillman (Londres, 1856 - Petrópolis, Brasil, 1922) llegó a España en 1871 para trabajar con su hermano Frederick en las minas de Linares, en Jaén. A finales de 1889 se incorporó como ingeniero a la compañía The Great Southern of Spain Railway Company Limited, concesionaria del ferrocarril de Lorca a Águilas y Baza (Granada), donde dirigió las obras de construcción de la línea que discurría entre la costa murciana y el interior de la provincia de Granada a través del valle del Río Almanzora (Almería).
Posteriormente, fue nombrado director general de la compañía, cargo que desempeñó entre 1897 y 1911. También fue el responsable del diseño y construcción del embarcadero de El Hornillo (Águilas), para facilitar la salida del mineral de hierro de la zona con destino a Inglaterra.
Buena parte de su actividad profesional quedó reflejada en su cámara, pero también los paisajes, los monumentos, los habitantes y las costumbres de las ciudades que visitaba, a través de unas fotografías de gran valor histórico y antropológico. Casado con una española, se instaló en Águilas, donde nacieron la mayoría de sus hijos. Posteriormente fue nombrado superintendente general de la empresa Estrada de Ferro Vitória a Minas, en Brasil, donde falleció en 1922.
El material que se encuentra depositado en el Archivo "constituye una parte importante, por su cantidad y calidad, del vasto legado fotográfico de Gillman, que se encuentra dividido entre varios de sus descendientes dentro y fuera de España", explicó María Comas.
Respecto a su difusión, la responsables de Bienes Culturales explicó que "la intención de la Consejería es que, tras realizarse las tareas de limpieza, instalación, descripción y digitalización del nuevo material, el Archivo acoja una gran exposición con una selección de las fotografías de mayor interés, así como documentos y objetos relacionados con Gillman; una muestra donde tendrán una importancia destacada las imágenes de Murcia y Águilas, ya que muchas de ellas permanecen aún inéditas".

C's en San Pedro exige que las declaraciones de bienes de los concejales incluyan los saldos bancarios

SAN PEDRO DEL PINATAR.- El portavoz del grupo municipal de Ciudadanos en San Pedro del Pinatar, José Luis Ros, ha tachado de “mera pantomima” la propuesta del equipo de Gobierno del PP de “resumir las declaraciones de bienes de los concejales de la Corporación, lo que supone la ocultación de la información verdaderamente relevante, como es el saldo de las cuentas corrientes, el saldo de los créditos o el valor de las acciones que se posean. El resumen solo obliga a publicar el número de cuentas y las entidades en que están abiertas”. 

Debido a esta cercenación del derecho a saber de todos los pinatarenses, Ciudadanos ha votado en contra de la propuesta del equipo de Gobierno y de ocultar información en la declaración de bienes de los concejales en San Pedro del Pinatar.
La propuesta trataba de hacer cumplir un requisito clave de transparencia como es la publicación en la web del ayuntamiento de la declaración de bienes de los miembros de la Corporación, para evitar y controlar casos de enriquecimiento ilícito. 
“Ciudadanos ha defendido siempre la publicación íntegra de la información de todos los ediles como medida para que la ciudadanía pueda comprobar que no hay enriquecimiento injustificado durante su mandato”, explica el portavoz naranja, Jose Luis Ros. “Publicar el resumen que proponía el PP es una pantomima para quedar bien de cara a la galería, pero oculta toda la información relevante y, para hacer eso, es mejor no hacer nada. Nosotros creemos en la transparencia con mayúsculas, no en paripés y postureos, y por eso hemos votado en contra de la propuesta de publicación resumida”.
Actualmente, solo 12 de los 45 municipios de la Región publican las declaraciones de bienes de todos sus concejales -tanto los del equipo de gobierno como los de la oposición- en sus páginas webs, sin realizar resúmenes de los mismos. Entre estos municipios destacan algunos como Las Torres de Cotillas, Alcantarilla, La Unión, Águilas o Cartagena. Ciudadanos considera que la publicación de esta información debe ser un paso adelante que ha de imponerse en todas las administraciones públicas para sus cargos. Según Ros, “los representantes públicos tenemos el deber de dar ejemplo y ser transparentes para mejorar la pésima imagen que los ciudadanos tienen de nosotros por todos los casos de corrupción de estos últimos años”.

C's solicita crear un cuerpo de inspección en el Servicio Murciano de Salud

CARTAGENA.- Ciudadanos (C's) ha registrado una iniciativa en la Asamblea Regional en la que solicita la creación y puesta en funcionamiento de un cuerpo de inspección en el Servicio Murciano de Salud (SMS).

Juan José Molina, diputado regional de la formación naranja, recordó que los empleados públicos, los usuarios, las asociaciones y las fuerzas políticas están pendientes del correcto funcionamiento del SMS, y detectan y ponen de manifiesto las malas praxis, las irregularidades y las acciones inadecuadas.
Sin embargo, el diputado de C's incidió en que estas quejas, sugerencias o reclamaciones no tienen un receptor válido que investigue y proponga las soluciones adecuadas para la mejora del funcionamiento del SMS, o para la instrucción de expedientes sancionadores en el caso de posibles ilegalidades.
Molina manifestó que "el SMS da cobertura a más de un millón de personas y tiene alrededor de 20.000 trabajadores, por tanto la complejidad es enorme y, dadas las circunstancias, creemos que es muy importante que se ponga en marcha un cuerpo de inspectores para que se pueda fiscalizar la actividad económica, la praxis, y todas las actividades que realiza el SMS, al igual que lo tiene la Consejería de Educación, y lo suelen tener todas las administraciones, porque consideramos que es necesario para mejorar la calidad del servicio".
La iniciativa de C's solicita la creación de un cuerpo de inspectores del SMS, a fin de fiscalizar la actividad del mismo de forma integral; fiscalizar su actividad económica, financiera y contable en particular; investigar posibles deficiencias y proponer mejoras en el funcionamiento; e instruir los expedientes por posibles infracciones iniciadas de oficio, o a instancia de los usuarios, proponiendo las soluciones pertinentes y adoptando las medidas urgentes necesarias para evitar daños o perjuicios a los usuarios.

Al rescate de 14 inmigrantes más en otra patera en aguas de Cartagena

CARTAGENA.- El Servicio Marítimo de la Guardia Civil ha localizado a 14 inmigrantes varones de origen magrebí que trataban de alcanzar la costa murciana en una patera por Cartagena y que se suman a los 69 interceptados desde la tarde del viernes en otras seis embarcaciones, con lo que suman ya 83 desde entonces. 

Según fuentes de la Delegación del Gobierno en Murcia, la última patera fue avistada sobre las 20 horas de ayer y ha llegado a puerto esta madrugada, cuando sus ocupantes han sido atendidos, como el resto, por el equipo de respuesta inmediata en emergencias de Cruz Roja, que les prestó los primeros auxilios.
Todas las pateras fueron localizadas por la Guardia Civil, salvo una, avistada ayer por la tarde por un mercante que dio aviso a la Sociedad Estatal de Salvamento y Seguridad Marítima, que se hizo cargo de su llegada a puerto.

Ramón Cotarelo: "El PSOE ha decidido suicidarse entregándose en brazos del PP"


En un país cuyo discurso político tiende a ser prosaico, Ramón Cotarelo García (Madrid, 1943) constituye un verso libre. Catedrático emérito de Ciencia Política, fue profesor en la Universidad Complutense de quienes hoy integran la dirección de Podemos, un partido que le produce desconfianza. Esa misma sensación que le suscitaban los detractores de la OTAN en los ochenta, o los eurocomunistas que renegaban de la socialdemocracia en los noventa, con quienes mantuvo intensas y muy vivas polémicas en los medios de comunicación de aquel entonces.

Habituado a navegar a contracorriente, en su último libro, La república catalana (Now Books), defiende el derecho a decidir de Cataluña desde el nacionalismo español. Una posición incómoda y difícil de entender que le ha generado detractores en un sitio y partidarios en el otro. Nada a lo que no esté acostumbrado.

Cotarelo recibe a EL ESPAÑOL en su despacho de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). La conversación transcurre de manera agradable y en un tono cordial que contrasta con el pesimismo de su mensaje. “Una cosa es la manera de pensar y otra muy distinta es la forma de ser y el trato con la gente” nos advierte antes de empezar la entrevista, algo en lo que seguramente nadie se atreva a quitarle la razón.

Hoy en día vemos una sociedad muy politizada, el telediario abre con el Parlamento, los programas de máxima audiencia son de debate, las tertulias proliferan por doquier… ¿se trata de una moda o el fenómeno ha venido para quedarse?
Yo es que no noto gran diferencia. Llevo viviendo en este país una pila de años y siempre se ha hablado mucho de política. Lo que sucede es que los últimos han sido años de mucha problemática, y al final aunque la gente no quiera hablar de ello no le queda más remedio, porque les afecta directamente. La crisis, por ejemplo, ha afectado a todo el mundo, nos guste o no. Luego, el problema de la estabilidad política de España, la situación de la Monarquía como institución y el problema catalán, todo junto, hace que quien no esté afectado por una cosa lo esté por otra. Es lógico que haya un resurgir del debate público.

¿Por qué esta politización de la sociedad y del debate público no ha traído consigo entusiasmo por cambiar las cosas?
Probablemente tendrá que ver con la sempiterna herencia del franquismo. Los cuarenta años de dictadura y de sometimiento crearon una cultura política de desafección, indiferencia e inhibición. “No te metas en política” se decía entonces. Y se ha mantenido. A raíz de eso hay una falta de cultura política. Cultura en el sentido de conocimiento elemental. Y claro, aunque tú quieras darles la espalda, los problemas regresan; la gente tiene que pronunciarse y padece de falta de conocimiento, lo cual conduce a una inevitable quietud y sobre todo al desasosiego.

Son muchos los que hoy hablan de “franquismo sociológico”. ¿Dónde y de qué manera sigue presente Franco en la España contemporánea?
En los votos al PP, ¿no? Es lo más claro. El franquismo sociológico es evidente; cuarenta años de dictadura dieron para crear una clase social beneficiaria de las prebendas de un estado muy intervencionista que se permitía el lujo de repartir privilegios y favores a sus seguidores. Más o menos el mismo tipo de comportamiento que tiene el PP, típicamente franquista. Aquello se veía cada vez que Franco quería reunir a sus masas las convocaba en la Plaza de Oriente y ahí iban cientos de miles de personas.
Ese sector de la población, que yo me atrevería a cuantificar en aproximadamente un cuarto de los españoles, nostálgicos de la dictadura, esos que han elaborado una cultura política de que “los españoles no tenemos arreglo”, “necesitamos mano dura”, que “las libertades las convertimos en libertinaje”… todos ellos han aceptado el discurso de la dictadura. Pero claro, no se puede salir por las televisiones diciendo que la dictadura era mejor que la democracia. Aunque lo piensan. Como lo piensan los señores del PP.
Los señores del PP son señores de un partido fundado por un ministro de Franco, no han condenado el franquismo, todos ellos son descendientes biológicos o ideológicos del franquismo. No hay más que ver sus trayectorias: hacen sus carreras, encuentran trabajo en el partido y de ahí ya no se mueven. Pero lo curioso no es que en el PP haya extrema derecha. Lo más curioso es que haya una derecha civilizada que al parecer puede sobrevivir junto a la extrema derecha.

Como indica en su último libro, La república catalana, la apatía y la falta de movilización de la sociedad española contrasta con lo que sucede en Cataluña. ¿Por qué allí hay una movilización social capaz de unir a gente tan distinta por una misma causa?
Porque en Cataluña hay un proyecto, un objetivo político, que moviliza a la gente y en el resto de España no. Cataluña, para bien o para mal, ha aprehendido la idea de que pueden alcanzar la independencia, constituirse en Estado independiente.
¿Qué es lo que quieren? El reconocimiento como nación, que es un elemento de carácter simbólico, y su articulación en forma de estado, que es el correlato jurídico-político práctico. El último granito de arena que se ha puesto a este dislate fue la sentencia del Tribunal Constitucional de mayo de 2010, negándoles a los catalanes el derecho a calificarse como nación, salvo en términos estrictamente folclóricos y culturales, que no quiere decir nada. Eso da a una sociedad mucha fuerza y solidez.
El hecho de que el movimiento sea transversal también es esencial, para que la gente pierda el miedo. Hasta hace poco, el nacionalismo burgués catalán no era independentista, hace un par de años se escindió y ahora hay una parte acaudillada por Artur Mas y sus gentes que sí lo son. Esto ha sido decisivo. Por un lado, por la respetabilidad burguesa, ya los empresarios no tienen miedo a declararse independentistas. Tampoco los curas, o las organizaciones de la sociedad civil. De hecho, el grado de asociacionismo de los catalanes es mucho mayor al del resto de españoles.
Y luego en España lo que encuentras es un vacío; hay una dejación, hay una falta de conciencia nacional muy clara. No hay una posibilidad de responder a la iniciativa catalana con una iniciativa española.

El nacionalismo español divide a los partidos en vez de aunarlos, a diferencia de lo que sucede en Cataluña.
El nacionalismo español tiene dos campos. El campo tradicional o nacional-católico, conservador, y el campo liberal-progresista, al que suelen apuntarse los socialistas, lo que da origen a la leyenda de las dos Españas. Está muy mal entendida porque da la impresión de que hay una alternancia. No, eso no es verdad. Eso viene de una de las viejas teorías difundidas por el difunto constitucionalista Jordi Solé y su teoría del péndulo, de España como país pendular. Pero es falsa.
Si estudias Historia, los periodos de liberalismo son mínimos, ridículos, al lado de los grandes tiempos de conservadurismo, no hay una oscilación. ¿Y qué pasa? Pues que además es muy difícil, porque la oposición entre nacionalismo nacional-católico y el nacionalismo progresista o liberal es una oposición adjetiva, no sustantiva. Los dos están de acuerdo en que España es una nación.
Ni siquiera reparan en que no están de acuerdo en nada más. ¿Desde cuándo es una nación? Para los nacional-católicos, desde tiempo de los íberos, para los liberales, desde la Guerra de Independencia. De forma que hay una coincidencia de fondo y todo lo demás es discordante. La parte más débil es siempre la parte liberal. La parte más dura y positiva es la nacional-católica. Y cuando las cosas se ponen feas, se impone siempre la nacional-católica. Acabamos de ver en que los socialistas han decidido suicidarse para entregarse a los brazos del PP y hacer frente a la ofensiva catalana.

En el debate del independentismo catalán, ¿han perdido espacio las terceras vías? El federalismo, por ejemplo.
No han perdido terreno porque nunca lo han tenido. Has ahora, las terceras vías han sido maneras de salir del paso. Vamos a ver, el último que ha vuelto a invocar el “federalismo”, sacándolo del baúl de los recuerdos ha sido Rubalcaba, tras la Declaración de Granada. Se lo sacó de la manga cuando vio que, desde el punto de vista de su acomodación, el independentismo catalán era mucho peor que el vasco. Con el vasco pudo. Rubalcaba fue probablemente el mejor ministro del Interior que ha tenido España, porque terminó con ETA, que es un mérito que no debiéramos regatearle.
Pero ya no se pudo enfrentar al otro nacionalismo, al catalán, que no era violento ni terrorista. Y eso que parte importante de la propaganda contra el terrorismo de ETA era decir: “si calláis las armas, se podrá hablar de todo”. Resulta que los señores que tampoco hacen sonar las armas no pueden hablar de todo porque no se les deja. Ante esa situación, Rubalcaba, entonces decide hacer la propuesta y desenterrar el viejo federalismo.
Pero claro, no tiene ningún crédito. Primero: estuvieron muchos años en el gobierno, parte de ellos con Rubalcaba de ministro, y no hicieron nada. Segundo: no saben ni lo que es. En el partido socialista se habla mucho de federalismo, de su comité federal y tal y cual, pero no hay tradición federal. Al contrario, hay una tradición jacobina muy fuerte, muy centralista. Es más, yo creo que tradición federal, en España no la hay ni entre los federalistas.

Pi i Margall, ¿quizás?
Pi i Margall tenía una idea apróximada, nada más. ¿Qué federalismo conocía Pi i Margall? El que había leído en Porudhon, que era francés. Pero del federalismo suizo, del norteamericano o del alemán no sabía nada.
Y si a eso le añades la desagradable experiencia de la I República, que fue un desastre, y todo el mundo el mundo la achaca al federalismo, lo que es muy injusto. Habría que achacárselo a muchísimas otras cosas, a la particular idiosincrasia de los españoles, su manía por los extremismos… en fin, cargaron a los federalistas con la culpa.

¿Y el resto de concepciones políticas?
Pues todavía peor. La idea de confederación, que renace de vez en cuando en las propuestas iberistas, tampoco puede funcionar. Primero porque les pasa lo mismo que a los federalistas: no saben lo que es.
Y en segundo lugar, la confederación, esa sí que es una forma de organización territorial del Estado inestable. No hay ni una sola confederación en el mundo. Ni una. Una confederación es una forma que se organiza, bien para acabar fraccionando un estado, bien para acabar formándolo en una federación. Los Estados Unidos empezaron como confederación, pasaron a una federación, Suiza empezó como confederación y sigue llamándose confederación helvética, pero es una federación desde la reforma de 1848.
De modo que no hay fórmulas alternativas. Para mantener la unidad de España no hay más que desarrollar el Estado de las autonomías, que a mi modesto entender no tiene desarrollo porque es un fracaso, o llegar a un acuerdo con el independentismo catalán, que no sé en qué términos podría darse, pero que tendría que pasar en primer lugar por la celebración de un referéndum, con el compromiso firme de todas las partes de respetar el resultado. A esta situación de no retorno nos ha llevado una fastuosa incompetencia de la clase política española.

En el libro rescata la idea de organizar un referéndum en toda España sobre la independencia de Cataluña, en el que habría tres opciones: “sí”, “no” y “que hagan lo ellos que estimen oportuno”. ¿Sigue pensando que ganaría la tercera opción?
Yo pienso que sí. ¿Por qué? Pues porque está muy en la tradición histórica española el respeto a los vecinos, el no meterse en su casa. No tanto en su clase política, pero sí en la gente. Por ejemplo, pertenece al carácter castellano el no meterse con los vecinos. ¿Y cómo es posible eso, si luego los castellanos se han extendido y han configurado el Imperio Español? Porque una cosa es el pueblo, y otra cosa es la oligarquía dominante, que ha gobernado siempre en contra de los intereses de la gente.

¿Fueron la I y la II República ocasiones perdidas para nacionalizar a las masas?
Yo no les llamaría oportunidades perdidas por una sola razón, y es que las dos fueron ahogadas en sangre. No son oportunidades perdidas, son oportunidades yuguladas. Oportunidades yuguladas por dos reacciones, la segunda mucho más violenta y criminal que la primera.
La reacción tras la I Republica fue más suave, dio paso a un régimen constitucional defectuoso, comido por su propia corrupción caciquil, pero formalmente liberal. Mientras que la segunda reacción fue bestial, genocida. Dio lugar a una dictadura de 40 años que no tiene justificación.
De todas formas, yo no creo que esa posibilidad de renacionalizar España se diera porque no es un problema de que España necesite una renacionalización. No, necesita un examen de conciencia, porque España no es una nación. Ni lo ha sido nunca. Es un imperio, compuesto de varias naciones, entre ellas la castellana dominante.

¿No sería una situación semejante a la de otros grandes estados europeos surgidos por la unión de diversos pueblos que acabaron formando un imperio?
Sí, pero hay matices. Muy sencillo, España constituye su imperio en el siglo XVI, antes de la propia existencia del concepto de 'nación', mientras que Inglaterra y Francia lo constituyen en el siglo XIX, ya como naciones consolidadas. La diferencia está ahí: Inglaterra y Francia fueron nación antes de ser imperio, España fue imperio antes de ser nación, y no le dio tiempo a constituirse totalmente como nación, sobre todo porque además carga sobre sus hombros la tarea de ser la adelantada del catolicismo.
El hecho de haberse convertido en adalid de la Contrarreforma supuso el fin, si alguna vez las hubo, de las aspiraciones nacionales españolas. Salir en defensa de Trento hizo España se quedara voluntariamente al margen de la Reforma y de todo lo que trajo consigo: individualismo, contractualismo, tolerancia… todo eso en España no existía. Y volvió a cerrarse después, en tiempos de la Ilustración, de manera que España no alcanzó a tener conciencia de nación por aquel entonces.
Sí que alcanzó a tener conciencia de nación, fíjate lo pintoresco del asunto, a través de las Cortes de Cádiz, tomándolo como concepto francés. Es decir, unas clases dirigentes se sublevan contra el invasor, invocando como razón de la sublevación el dogma del invasor: la soberanía nacional.

Volvamos al presente. La reciente situación de crisis y división en el PSOE, ¿se trata de un hecho coyuntural o es algo más?
El PSOE ha llegado a esta situación por la incompetencia de sus dirigentes, está clarísimo. Normalmente, cuando una organización fracasa, la culpa es de los que mandan. ¿Es solo una crisis coyuntural? Vivimos en una época dominada por los medios de comunicación, que son presentistas y van muy apresurados, de modo que no nos da tiempo a mirar el fondo de las cosas.
El PSOE tiene 137 años de historia. La historia de España no se comprende sin el PSOE. El PSOE ha estado prácticamente en todos los momentos importantes de la historia de España, es el partido más antiguo que hay. El PP se fundó tras la muerte de Franco. Podemos es de hace dos años.
Implícitamente, los de Podemos han heredado una tradición de la izquierda radical de corte comunista que les sitúa en torno a la división del movimiento obrero, en 1919. De hecho, ellos tienen muchos referente bolcheviques: Lenin, Trotsky, Bujarin…pero eso no quita que sean un partido aluvión de solo dos años, con descontentos de aquí y de allí. Si mal no me consta, el señor Echenique hasta hace dos lunas militaba en Ciudadanos. Esta gente no puede llegar a entender la perspectiva que tiene un partido de 137 años, donde la consolidación de la marca es muy importante.
En ese tiempo, el PSOE ha pasado por todo. El partido fue el alma de la II República y de la Constitución de 1931. Y sin embargo, se sublevó contra la República en 1934. Las peleas dentro del PSOE han sido monumentales. Indalencio Prieto no podía soportar a Negrín, y Negrín creía que Indalencio Prieto era un traidor. Julián Basteiro los traicionó a todos, dio un Golpe de Estado y le entregó la República a Franco, y luego Franco lo dejó morir en la cárcel de asco. ¿Qué hizo Felipe (González) con Llopis?, el venerable Llopis, que llevaba allí no sé cuantos años de secretario general? Lo tiró por una ventana. De forma que uno piensa que ésta es una crisis más.
Ahora, de crisis coyuntural en crisis coyuntural, puedes llegar a la crisis final sin enterarte.

¿Existe el riesgo, tal y como proclaman los agoreros, de que el PSOE se convierta en un partido andaluz y Podemos le reemplace en todo el país?
Puede pasar, sí, y estaría dentro de la previsible evolución de España hacia una vuelta a los reinos de taifas. Lo más importante para entender este repentino auge de Andalucía es la depresión catalana. El PSOE aparece como partido andaluz porque el Partido Socialista de Catalunya (PSC), que hacía de contrapeso, ha desaparecido.
Pero si eso pasa y el PSOE se queda en un partido andaluz, Podemos también. El empeño de articularse como opciones alternativas en las comunidades históricas no tiene buena pinta. En Marea no es determinante. En Comú Podem, tampoco. En el único sitio en el que es determinante, por las peculiaridades del lugar, es Euskadi. En Madrid y en el resto de España tampoco.

¿No es determinante Ada Colau, por ejemplo?
Ada Colau no es Podemos, sino un peligro para Podemos. Es la que puede articular un partido de carácter lerrouxista. En Cataluña la tercera vía es el lerrouxismo: convencer a los catalanes de izquierdas de que deben mantener el ideario de la izquierda pero hacer frente al nacionalismo. Esa es la función de Podemos, y se la puede quitar Colau. La historia de los barones socialistas es aburrida a fuerza de oída. Y muy cierta. “El PSOE puede convertirse en un partido de barones”, comentaba Borrell el otro día. ¡Es que ya lo es! ¡Pero si lo son todos los partidos! ¿Qué es el PP? ¿Y qué es Mónica Oltra? ¿Y la señora Colau? ¿Y el señor Beiras? Barones que los sacas de su sitio y es como si estuvieran en otro país.
Partidos de barones son todos. Y si dejamos de engañarnos y sustituimos los términos… ¿Cuál es la palabra?

¿Caciques?
¡Bien! Oligarquía y caciquismo como la forma de gobierno en España y el modo de remediarla, libro poderoso de don Joaquín Costa, que por desgracia sigue vigente en la actualidad.

¿Por qué la derecha en España presenta una mayor cohesión, frente a una izquierda siempre dividida?
El PP no es un partido. Es una asociación de intereses. Si eres un joven prometedor de provincias y quieres hacer carrera en política, métete en el PP. Y en poco tiempo podrás colocar a todos tus familiares. En una asociación de intereses no hay enfrentamientos ideológicos.
¿Cuál es la ideología del PP? Aznar, que de todos era el más listo, estaba empeñado en darle al PP consistencia ideológica y fundó la FAES. Por eso también se empeñó en ingresar en la internacional demócrata cristiana.
En los casos de CiU y del PNV hay algo más, cuidado. CiU era un partido nacionalista, que tenía un componente antiguo y venerable, Unió, y uno nuevo que montó Jordi Pujol, Convergència, muy relacionado con Banca Catalana. Siempre que tienes que realizar una acción necesitas dinero. Pero tenía un elemento simbólico nacionalista importante que agrupaba a sus miembros. Y en el caso del PNV, además del elemento simbólico nacional tiene el cristianismo. Esos dos elementos simbólicos cohesionan. A ello hay que sumar la cohesión de los intereses, porque son partidos tremendamente clientelares, igual que el PP. En el PNV se hace carrera, de padres a hijos, igual que en Convergència i Unió se cobraba del 3% de padres a hijos. Son incluso más piñas cerradas que el PP porque juntan los dos elementos aglutinantes: la ideología y el interés.

En el panorama político español actual, ¿cuál es el rol de los medios de comunicación?
Muy negativo. Son en exceso partidistas, de una ignorancia penosa, no cumplen su función ni de broma. La televisión no se puede ver, es un órgano de adoctrinamiento. Todas, tanto las de los gobiernos como La Sexta. Y los periódicos, son periódicos de partido. La idea de unos medios de comunicación neutrales, que guarden equidistancia, es una quimera.

¿Se hace entonces periodismo para convencer, más que para informar?
Claro que sí, creo que la gente va a leer y escuchar lo que quiere leer y escuchar. Y si escucha o lee en su periódico, en su radio o en su televisión algo que no le gusta, protesta. Y tengo ejemplos: cuando Francisco Umbral, ya difunto, se cabreó con El País, tenía tanto nombre que lo contrataron en ABC. Y empezaron a llover cartas de los lectores, amenazando con darse de baja si este señor seguía escribiendo ahí, y tuvo que irse, lo recogió Pedro J. en El Mundo.
Es la pescadilla que se muerde la cola: los medios le dan a sus audiencias lo que las audiencias quieren oír, y las audiencias buscan en los medios lo que quieren leer y escuchar. Todo eso tendría que ser objeto de una mínima pedagogía para que el espectáculo que diéramos no fuera tan lamentable y bochornoso.
A un carácter francamente tabloide y sensacionalista de los medios añádele una bajísima calidad y un partidismo detestable: si tú te pones delante de un televisor y le ves la cara a la gente te puedes ahorrar la tertulia, ya sabes lo que van a decir. La esperanza de la profesión periodística, a mi modesto entender, está en internet.

Entonces, ¿es optimista ante el nuevo escenario configurado por los medios digitales y las redes sociales?
Mucho. Para que nos vamos a engañar, yo, la prensa de papel, ni la toco. Pero desde hace como veinte años. Nada. Corrijo habitualmente a los que dicen “es que Internet es la muerte de la prensa escrita”. No, no; la prensa digital también está escrita, que yo sepa no está dibujada. Lo que tiene lugar es la muerte del papel. No solo de los periódicos. Yo escribo libros, también es la muerte de los libros, vamos a dejarnos de tonterías.

Hablemos de su sector, la educación. ¿El fracaso de nuestro sistema educativo ha acabado limitando al ciudadano?
No solo el sistema educativo, pero el sistema educativo contribuye a la mala condición del producto final. Las instancias de socialización en las que el individuo se convierte en ciudadano son tres: la familia, el barrio o la sociedad civil y la educación. Si falla uno, malo, si fallan los tres, estamos perdidos.
La familia en España está hipostasiada por la educación católica, son mecanismos de reproducción del conformismo social y del autoritarismo dominante descarados. Hay una glorificación de la familia en el sentido católico, pero no en el cívico. No hay una religión cívica en España como la que proponía Rousseau, que se basaba precisamente en la fortaleza de las familias.
La sociedad civil ya ni te cuento. Esto es el reino del hampa, no hay modelos cívicos ni estructura asociacionista. ¿A cuántas asociaciones pertenecen los españoles? A ninguna. El índice de filiación a los sindicatos es bajísimo, el de los partidos políticos también. No hay conciencia cívica ninguna.
¿Moral pública? Cero. Aquí, en cuanto un tío roba, el personal se le pone al lado. Todos los ejemplos morales de edificación del espíritu colectivo no existen, porque no hemos participado de la cultura de creación de ese espíritu cívico de Europa. Esa falta de sentido cívico está basada en la idea de tú piensas lo tuyo y si puedes robar, roba. Aquí la gente ve que otro se salta la ley, y no lo denuncia.
Y llegas al tercer pilar, que es la educación… pues eso. Unas gentes que vienen de familias que no cumplen la ley, de barrios y sociedades civiles que tampoco cumplen la suya, pues está la educación de la misma manera: “estudio para aprobar”, “apruebo para que me dejen en paz” y el resultado es que en todos los índices y en todos los rankings estamos los últimos.

¿Cómo ha sido la evolución de la universidad española?
Aquí ha reinado el fantasma de la clase magistral de un señor que se lo sabe todo, sentando cátedra sin oposición. Eso nos lo cargamos nosotros, los del 68. Pero pusimos en pie algo peor; sustituimos la clase magistral por grupos asamblearios de discusión libre donde reinaban los analfabetos. Y entre el dogmático que no admite crítica y la jauría de analfabetos, esto no funcionaba.
Se ha reformado bastantes veces el sistema, hemos copiado el modelo alemán, el norteamericano, el inglés… no solo es un problema educativo.

Ya para concluir, ¿cómo se imagina nuestro país dentro de 50 años?
No me lo imagino. A mí me gustaría una configuración de España con conciencia de nación, que abarcara toda la Península, incluida Portugal, por decisión voluntaria de todas sus partes, que se reservan el derecho a la separación siempre que quieran. No concibo una asociación que no conciba que sus miembros se puedan ir. ¿Qué orgullo se puede sentir de formar parte de una nación que obliga a otra a formar parte de ella aunque no quiera? Me gustaría además que esa nación ibérica tuviera muy escaso sentido identitario, para que pudiera abarcar también a todas las naciones castellanohablantes del planeta.


Cegados por el ábrego / Pero J. Ramírez *

Si Bárbara Tuchman levantara la cabeza para añadir a su clásico ensayo El desfile de los locos los más notables desvaríos de los albores del siglo XXI, incluiría la conducta de los líderes políticos españoles durante el año 2016 junto a la de la administración Bush al responder al 11-S con la infundada invasión de Irak, junto a la de David Cameron y Juan Manuel Santos al convocar atolondradamente referendos prescindibles con propuestas contrarias a la sensibilidad de los votantes y junto a la del jurado del Nobel de la Paz al desprestigiar este galardón, convirtiéndolo en arma de guerra frente a la voluntad democrática de los colombianos.

La historiadora favorita de Kennedy ampliaría así el repaso, "desde la guerra de Troya hasta la de Vietnam", que le sirvió para demostrar cómo a menudo la clase dirigente toma decisiones contrarias a su propio interés en momentos críticos. Sólo esa variante de la locura llamada autoengaño explica, a su entender, que los troyanos metieran en su ciudad el caballo que les 'regalaban' los griegos, que los papas del renacimiento provocaran con su intransigencia la reforma protestante, que la Corona británica no se aviniera a negociar la independencia de sus colonias en Norteamérica o que la Casa Blanca se enfangara más y más en el cenagal vietnamita.

Todas estas pautas de conducta fueron "contraproducentes a ojos vista" en el propio momento en que se adoptaron y en todos los casos existía "un camino alternativo" que hubiera evitado los males que desencadenaron. Esos dos requisitos que, según Tuchman, habilitan para engrosar el "desfile de los locos" se cumplen con creces tanto en la pasividad de los dirigentes del PP al permitir que Rajoy se negara a dimitir por la corrupción y volviera a ser una y otra vez candidato a la Moncloa, como en el empecinamiento de Pedro Sánchez y sus émulos (o más bien e-mulos) al encastillarse en el 'no' a la investidura, ignorando las implicaciones reales de la aritmética parlamentaria.

Pero también podemos decir otro tanto de la obsesión de Pablo Iglesias por sobrepasar en escaños al PSOE, hasta el extremo de hacer el juego a la derecha forzando la repetición de elecciones el 26-J cuando, como dice Rubalcaba -con perdón-, "tenía a huevo" haber apoyado o al menos permitido un "gobierno progresista", como el que fue fruto del Pacto del Abrazo. O por supuesto del trastorno mental, cada vez menos transitorio, que parece embotar a Puigdemont, Junqueras y demás líderes separatistas en su demencial carrera hacia el abismo de la ruptura unilateral con el Estado.

No es que en nuestra política haya locos; es que, si exceptuamos a dos en posiciones tan antitéticas como Albert Rivera e Íñigo Urkullu, lo que no se encuentran son cuerdos. "Ils sont fous ces espagnols!", que diría Asterix. Cosecha de chiflados, país de majaretas. Hasta el extremo de que el carácter gregario, cuando no rastreramente servil, de la cultura de lo que Guillermo Gortázar define certeramente como "Estado de partidos", reduce nuestra vida política a una procesión de retahílas de ciegos enhebrados como ristras de ajos.

Ni siquiera queda ya el consuelo del reciente liderazgo de los tuertos -Aznar, Zapatero-, similar al consentido por el emperador bizantino Basilio II cuando permitió preservar un ojo a un centenar de prisioneros búlgaros, dentro de los 15.000 que ordenó cegar tras la batalla de Kleidión. No, la pasarela española ha degenerado de tal forma que nos remite ya directamente a lo que Jesús dice de los fariseos en el Evangelio de San Mateo (15:14): "Dejádlos, son ciegos que guían a ciegos. Y si un ciego guía a otro ciego, los dos caerán en el hoyo".

Esto explica el desprestigio abisal que afecta indiscriminadamente a los políticos españoles, tal y como en pocos días han reflejado, de forma coincidente, la encuesta de SocioMétrica para El Español y el propio sondeo mensual del CIS. Un país en el que el 89% de los ciudadanos ve "mala" la situación política y considera a los políticos como el tercero de sus problemas, inmediatamente después de la corrupción -albarda sobre albarda-, comienza a asemejarse al desolado paisaje en el que Breughel el Viejo sitúa su "Parábola de los Ciegos".

Solo por contemplar ese cuadro merece la pena visitar el museo Capodimonte de Nápoles. En los seis desharrapados, binariamente enucleados o lacerados por el leucoma corneal, que avanzan uncidos por sus bastones, amarrados por los hombros de su dependiente enemistad, está toda la miseria de nuestra actualidad política.

La iniciativa era de Pedro Sánchez pero ha perdido el pie víctima de su ofuscada ambición, ha rodado por tierra y yace en el arroyo rebozado por el limo del desdén. Tras él tropezará Rajoy, que será investido, sí, pero nunca pisará la tierra firme de la estabilidad y tendrá que gobernar en la ardiente oscuridad de no saber jamás si habrá un mañana para él. 

Enganchada por la vara del mando avanza detrás Susana la Costurera, aguardando a que le llegue el turno en el dominó de los resbalones, conforme con ser la mujer a la espera, incapaz de desmarcarse de la fila para plantear un rumbo alternativo en campo abierto. Amenazando sus espaldas, llega como un zombie voraz Pablo el Populista, el hombre que no existiría, o al menos no se sentiría realizado, si no diera miedo cada amanecer a alguien. Y, agarrados a su inconsistencia, cierran el cortejo Puigdemont y Junqueras, esos peores ciegos del género de los que no quieren ver.

¿Por qué en ninguno de ellos encontramos modernidad, innovación, regeneracionismo? ¿Por qué los que no se conforman con la conservación de lo que hay pretenden directamente su destrucción o ruptura? Cualquiera diría que a la política española en esta era de la tecnología digital le resulta extrapolable aquella reflexión de Alejo Carpentier cuando decía que, "remontando el Orinoco", había descubierto el maridaje del siglo XX "con el hombre del neolítico".

¿A qué se debe tanto atavismo, tanta inflexibilidad, tantas actitudes sustancialmente reaccionarias? ¿Cómo es posible que nuestra vida pública siga trenzando el egoísmo tribal del troglodita -la tribu pepera, la tribu podemita, la tribu indepe- en el oscurantismo de la caverna?

Unamuno lo atribuyó en un artículo publicado hace exactamente cien años en la revista España -nº 91, página 5, 19 de octubre de 1916- al viento africano del suroeste que rachea la península anunciando lluvias en primavera y en otoño. "¡Es el ábrego!", titulaba. "¡Es el ábrego! ¡Es el terrible ábrego!", alegaba. "Es un viento temoroso, seco, cálido que agosta la verdura y hasta produce una retórica suya, una retórica de hojarasca seca que cruje sobre campos calcinados".

¿Cuántas veces no hemos tenido la sensación de escuchar ese lenguaje baldío que las mentes yermas de unos y otros culiparlantes transmiten a sus resecas lenguas de madera? Unamuno se apoyaba en el episodio de un grupo de senadores que habían abandonado el salón de plenos cuando un orador había pronunciado la palabra "culebra"; pero esta misma semana podríamos fijarnos en Rafa Hernando poniendo condiciones para permitir que los socialistas permitan -tiene bemoles- la investidura de Rajoy; en la tal Susana Sumelzo, niña bien de Zaragoza que no habría vacilado en avalar los crímenes de los GAL como hicieron todos sus ancestros políticos pero cuya conciencia le impide tan siquiera abstenerse ante cualquier candidato del PP; o en la fanática mochales de Carme Forcadell que dice que "lo volvería a hacer", después de que el Tribunal Constitucional haya apreciado indicios delictivos en su promoción de la secesión de Cataluña por medios ilegales.

Seguimos entre "los hunos y los otros" y los de más allá. Para los peperos decir PSOE es decir "culebra". Para los sociatas, como para los podemitas, decir PP es decir "culebra". Para los separatistas decir España es decir "culebra".

Cuánta razón tenía nuestro Agitator Hispaniae cuando advertía de que hay comportamientos que denotan "una imaginación sahárica, molida y desgastada por la friega de la arenilla del ábrego espiritual". He ahí la clave de tanta ceguera: este es un país de alumbrados y zelotes en el que la "arenilla" de la estupidez y la pereza, de la envidia y el odio, se le mete en los ojos al más pintado, a nada que se descuide. Cuánta cultura democrática, cuánta buena educación primaria, cuánta excelencia universitaria nos falta para contrarrestar, los "obstáculos -meteorológicos- tradicionales que se oponen a la felicidad pública".  


(*) Periodista y director de El Español


http://www.elespanol.com/opinion/carta-del-director/20161008/161683832_20.html 

La izquierda servil / Ramón Cotarelo *

Es el destino de España. Mejor dicho, el de las dos Españas. Una de ellas, la tradicionalista, nacionalcatólica, autoritaria y caciquil se impone siempre a la otra, progresista, liberal, de izquierda. Normalmente a la fuerza, pero también por sumisión de esta que comparte muchos principios con aquella y no ha sido capaz nunca de proponer una idea, un proyecto propio, autónomo, de España para contraponerlo al otro, al de Trento. Su tono habitual es ese balido resignado del presidente de la Gestojunta que se ha hecho con el poder en el PSOE. 
 
"No hay una alternativa de izquierdas" solloza este político socialista. Ni siquiera la ha buscado. Es el derrotismo y la claudicación de una izquierda servil que hunde sus raíces en la historia. Recuérdese que los serviles son coetáneos de los liberales en las Cortes de Cadiz y, después de estas, impusieron la claudicación durante todo el sigo XIX con escasas y breves y agitadas interrupciones: el trienio liberal, la ambigua Constitución de 1837, la Gloriosa y párese de contar. Del siglo XX, mejor no decir nada.

No caigamos en la tentación de atribuir la pusilanimidad de la izquiera a la idiosincrasia española. Quizá tenga que ver su carácter de clase. No es servil por ser española, sino por ser una izquierda burguesa. Lo mismo pasaba en Alemania por aquellos años. Reunidos en la iglesia de San Pablo, en Frankfurt, 1848, los revolucionarios liberales alemanes salieron en 1849 con una Constitución liberal del Imperio alemán. Muy ufanos fueron luego a pedir al Rey de Prusia que la aceptara, contando con comprarlo con el cargo de Emperador pero este los mandó de vuelta por do habían venido. También allí había liberales y serviles.

Sin embargo, tampoco puede el servilismo atribuirse a la clase burguesa sin más. El marxismo de copypaste no funciona. Burgueses eran los revolucionarios ingleses del siglo XVII y burgueses los franceses del XVIII y ambos, en lugar de someterse al monarca, le cortaron lindamente la cabeza. Burgueses eran los colonos norteamericanos que también en el XVIII se rebelaron contra el Rey Jorge III y no se sometieron, declarándose independientes. Toda comparación es odiosa.

Mientras se encuentra una explicación al servilismo de la izquierda española, podemos detectar su última y más lamentable manifestación. Entre las falacias y sofismas que el señor Fernández reparte generosamente por todos los medios, todos curiosamente a su servicio, hay una muy llamativa: "quede claro que El PSOE no se plantea en ningún caso una alianza con el PP, pero claro que hay asuntos de Estado en los que siempre estaremos con el Gobierno". ¡Asuntos de Estado! Ese es el conjuro, el abracadabra que pone al PSOE al servicio de la derecha, con la íntima satisfacción de todo servil, que va de patriota.
 
A la jaculatoria en boca de Rubalcaba en 2013. No es extraño que el ABC le dedicara la portada. Y debió de faltarle el canto de un euro para declararlo "español del año", como hiciera con Pujol. Esa declaración de Rubalcaba consagra la involución del PSOE para convertirse en un partido dinástico, aclara por qué no hubo oposición en la Xª legislatura y explica el hundimiento del PSOE a partir de entonces. Y también explica más cosas. Por ejemplo el reciente golpe de mano en el partido. Lo anunciaba Rubalcaba, incorporado al Consejo editorial de El País y lo suelta este Fernández en su afán por justificarse: tema de Estado, asunto de Estado.

¿Qué Estado? Muy sencillo y para entendernos, el que le cabía a Fraga en la cabeza, según desafortunada expresión de Felipe González. Y ¿qué Estado podía caber en la cabeza de Fraga? Este, heredero del de Franco, con su Rey, sus ideólogos, sus jueces, sus policías, sus militares, sus curas, sus falangistas, sus banqueros, sus latifundistas, sus empresarios y sus caciques. Este, el de España una, grande y libre. Una y solo una, que celebra su alegre diversidad de tierras y gentes. Pero siempre dentro de un orden, sin pasar del "sano regionalismo" (Fraga). 
 
Ante ese orden y ese Estado inclina servil la cerviz la izquierda porque ha sido incapaz de forjar otro distinto, democrático, libre, plurinacional. ¿Qué Estado? El de siempre, el enorme e inútil armatoste español patrimonializado por la derecha; el sistema de corrupción y sinecuras en que hacen sus carreras los señoritos de la oligarquía y sus mesnadas de obedientes servidores. Si la izquierda es lo suficicientemente mansa de vez en cuando se le deja administrarlo para que parezca alternancia. Pero sin tocar los resortes del verdadero poder. Se permite a los de izquierdas codearse con los de siempre -con las puertas giratorias, las blacks y otras prebendas- pero no que sean alguien en verdad. Llegado el momento decisivo, se les exige obediencia ciega, servilismo. Y eso lo bordan.

Cataluña es hoy la cuestión, el asunto de Estado. Y, no sabiendo por dónde acometerlo, el PSOE claudica y se echa en manos de la derecha para que sea ella quien haga frente a la insurgencia cívica catalana. Que lo hará -ya está haciéndolo- según su espíritu y maneras, mediante la represión, la coacción, los tribunales, lo que haga falta. Y no bastará con que la izquierda socialista vaya voluntariamente uncida  el carro de guerra del PP sino que tendrá que dar su apoyo explícito a lo que haga porque, ya se sabe, en "asuntos de Estado", el PSOE es uña y carne del gobierno.

Lo tienen apalabrado hace meses. Dice Fernández que se escuchará a la militancia en la que es mayoritario el NO es NO, pero que la decisión sobre la abstención corresponde al CF. O sea, a él, a Susana Díaz y a Felipe González. Y han de tomarla a toda velocidad porque crece la contestación en las bases como cuando ruge la marabunta. Y lo que podía pasar a estos conjurados de opereta es que se impusieran unas primarias y saliera reelegido Sánchez.

Añade en otro lugar el locuaz señor Fernández que la concepción frentista de la política es condenable. Pero él está trabajando para formar un frente nacional con la derecha. No hay inconveniente en creerle cuando dice que la abstención no impedirá una decidida labor de oposición del PSOE. Bueno, no hay más inconveniente que la experiencia de que el PSOE lleve cinco años sin hacer oposición. Démosle, no obstante, un voto de confianza y creamos que se opondrá a los presupuestos y a la ley tal y la norma cual y esto y lo otro. Pero en los asuntos de fondo, de Estado, irá de la mano con el gobierno. Y el asunto de Estado es Cataluña. Cuando la petición de suplicatorio para procesar a Carme Forcadell a instancias del TC llegue al Parlament, ¿qué votará el PSC?

Esa condición servil del liberalismo y el socialismo democrático se ve confrontada por primera vez por una especie de rebelión de la militancia. Esta, probablemente, se entristece al avistar el callejón sin salida a que han llevado los conjurados al socialismo español, se indigna al ver cómo en su nombre se amnistía al gobierno y el partido más corruptos de la democracia y se enfurece con los desprecios de Podemos y las bravatas de Iglesias que ya da al PSOE por difunto. Y lo estará, si las bases no lo resucitan.

El desconcierto de la izquierda, con todo, no acabará aunque el PSOE desaparezca por el sumidero de la historia. No hay nada ni nadie con qué sustituirlo. Se han cargado un partido centenario para nada. 
 
 
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED

Pablo Iglesias pasa del ‘sorpasso’ al zarpazo / Pablo Sebastián *

Pablo Iglesias, que impuso en Podemos el voto en contra de Pedro Sánchez para que no gobernase en la anterior legislatura favoreciendo la permanencia de Mariano Rajoy en el poder, ahora se aprovecha de la crisis del PSOE -en la que se ha entrometido- convencido de que si los socialistas se abstienen en la investidura de Rajoy esa será la gran oportunidad para que Podemos le dé al PSOE no solo el ‘sorpasso’ sino un zarpazo letal para convertirse en los líderes de la izquierda y de la oposición.

Para ello Iglesias necesita forzar unas terceras elecciones, como forzó las segundas votando contra Sánchez en la investidura del pasado mes de marzo cuando creyó que el pacto electoral que entonces estaba urdiendo con IU los colocaría por delante del PSOE en los comicios del 26-J. Lo que no logró y constituye la base de su enfrentamiento con Íñigo Errejón quien en aquel entonces quería apoyar la llegada de Sánchez a la Moncloa, aunque fuera de la mano de Ciudadanos.

Pablo Iglesias necesita, pues, terceras elecciones para darse una segunda oportunidad de derrotar al PSOE y no duda, con gran cinismo, en salir en defensa de Sánchez y en jalear a los diputados socialistas para que rompan la disciplina del partido y no se abstengan en la investidura de Rajoy. No en vano, Iglesias teme que el PSOE se pueda recuperar en la oposición con su refundación en un congreso de este partido.

Por el flanco derecho de los socialistas el que se muestra obsequioso con la gestora del PSOE es Mariano Rajoy declarándose dispuesto a ‘trabajar día a día para ganarse la gobernabilidad’, mientras reitera que no pondrá ninguna condición al PSOE para su investidura. Convencido como está Rajoy, y con razón, de que la actual crisis del PSOE le ofrece una oportunidad de pacto que puede que nunca más vuelva a tener.

La batalla interna de Podemos, ideológica y estratégica existe y a cara de perro entre Iglesias y Errejón por mas que ambos disimulen para decir que eso es muy sano y democrático. Y sobre todo es una lucha personal y a la vez política por el control del poder del partido y por el rumbo a seguir lo que nada tiene que ver con el discurso tacticista de Iglesias cuando afirma que Podemos debe bajar a la calle y no solo hacer política en las instituciones.

Esas son palabras vanas. La diferencia fundamental estriba en que Errejón quiere que el PP salga cuando antes del poder, mientras que a Iglesias lo único que le interesa es acabar con el liderazgo del PSOE en la izquierda y en la oposición, siguiendo el modelo de Alexis Tsipras en Grecia para por esa vía llegar al poder.

De lo que no hablaron ni Iglesias ni Errejón en su consejo estatal del fin de semana fue de la situación de España o de como Podemos puede ayudar a mejorar la situación general española porque Iglesias juega al cuanto peor para España -y para Europa- mejor para ellos y por esa vía se equivocaran. Como errarán si rompen los pactos de gobiernos regionales con el PSOE (a lo que también se opone Errejón) en caso de abstención del PSOE en favor de Rajoy porque semejante ruptura que promueven Iglesias y Echenique va a favorecer al PP y se volverá contra ellos.

En realidad en Podemos todavía no saben por qué tras su pacto con IU no lograron derrotar al PSOE en las elecciones del 26-J. Iglesias para sacudirse su responsabilidad culpa a Errejon de la campaña electoral de ‘las sonrisas’ mientras el defiende el discurso del miedo que la verdad no da ningún miedo y a veces provoca la hilaridad.

Sobre todo cuando grita y se enfurece para disimular y ocultar que si Rajoy sigue en el poder y lo puede renovar es gracias a que él forzó en Podemos el voto en contra de Sánchez el 4 de marzo en lugar de ofrecerle la abstención para sacar al PP del poder. Iglesias sabe que su aliado natural es Rajoy y su objetivo no es un gobierno progresista sino desbancar al PSOE. Fracasó en el sorpasso del 26-J y ahora intenta ‘el zarpazo’ aprovechando la grave crisis del PSOE.


(*) Periodista

Sicarios de la política y de la economía / Joaquín Sánchez *

«¿Qué le digo a mis hijos después de insistirles en que se tienen que lavar los dientes tres veces al día y ahora no tengo ni siquiera dentífrico y al cepillo le falta un montón de púas?». Testimonio de una madre que perdió el trabajo y entró en un proceso de desahucio.

Hay gente que te pregunta cómo se puede resolver el problema de los desahucios, del paro, qué hay que hacer para ayudar a los refugiados, a los millones de hambrientos y sedientos? Te preguntan pensando como si las cosas ocurrieran porque si, porque fallan mecanismos políticos, porque hay pequeños dictadores y corruptos por el mundo, incluso porque la gente somos cómodos y tenemos aspiraciones a ricos. Me fastidia mucho el comentario que comienza por «es que hay gente que pensaba que tenía vocación de rica» o «vienen para Europa para aprovecharse de nosotros; que se queden en su tierra, que para eso han nacido allí». 

La culpa de todo lo que ocurre en el mundo, apuntan, es la gente sencilla, lobrera, la gente de los barrios, de los pueblos, los pensionistas, los jubilados por vivir tanto. Con el paso del tiempo me he ido acostumbrado a oír esto, pero no ha disminuido ese sentimiento compartido de que están equivocados y no es un ataque de pensamiento absoluto. Existen las guerras, el hambre, la explotación, la opresión porque existe una clase social que se ha ido configurando y vertebrando, que son los que quieren incrementar y concentrar todas las riquezas a nivel planetario en sus manos, incluido la concentración de los medios de comunicación. A esta clase social la denomino 'sicarios de la política y de la economía'.

Recuerdo, en la cárcel, hablando con un sicario colombiano antes de comenzar la misa; me decía que era muy devoto de la Virgen María porque antes de asesinar a alguien, incluidos niños y niñas, rezaba para que le saliera bien y a él no le pasara nada. Le pregunté si no tenía mala conciencia y si sabía que desde nuestra fe profesamos el «no matarás». Me respondió de inmediato que no tenía mala conciencia y que había que matar porque ganaba mucho dinero y podía vivir muy bien y con mucho lujo. Esta figura de sicario se puede aplicar perfectamente a políticos y élites empresariales y financieras. Son sicarios porque muestran una absoluta insensibilidad, no tienen conciencia alguna, mienten y manipulan para conseguir sus objetivos económicos y blindar legal y socialmente su avaricia y codicia. Sus políticas y los expolios matan.

George Bush, Aznar, Tony Blair y Barros o mintieron y manipularon la realidad para legitimar la guerra en Irak. Los atentados de 11S los realizaron ciudadanos saudíes y, en cambio, invadieron aquél país con el fin de conseguir el petróleo. Murieron miles de personas, bombas que destrozaron a bebés, madres embarazadas, abuelos y abuelas, gente que sólo querían vivir. Estos cuatros dirigentes no tuvieron ningún escrúpulos ni remordimientos en causar la muertes de miles de personas por obtener el oro negro. Los banqueros como la familia Botín, González, Fainé, Goirigolzarri y compañía siguen desahuciando, siguen destruyendo familias, siguen poniendo a muchas personas al borde del suicidio y algunas al final deciden hacerlo. El gran magnate Felipe González, Mariano Rajoy y otros siguen, desde lugares políticos distintos, defendiendo políticas de empobrecimiento, opresión y represión, siguen defendiendo el darwinismo social.

La guerra en Siria, que según los datos de que se dispone, entre otras cosas va a destruir totalmente Alepo con un aniquilamiento tremendo y horrible de la población en dos meses, no va a quedar nada ni nadie. La guerra de Siria, como otras, es una guerra por obtener el gas y los gaseoductos. Putin, Obama, Al Asad, Hollande, Cameron y Salmán Bin Abdulaziz (Arabia Saudí) son los provocadores de esta guerra, de este desastre humanitario, de bombardear hospitales, de matanzas, de desplazamientos masivos de la población al interior y de los refugiados.

Sí, son los sicarios de la política y de la economía, los que están destruyendo el planeta, la vida humana y natural. Ellos saben, junto a otros, que sus políticas y la concentración de la riqueza suponen millones de muertos, de sufrimiento, de dolor, pero no les importa en absoluto, esto no les quita el sueño ¿Qué podemos hacer? Seguir caminando y luchando, con nuestros errores, equivocaciones, precipitaciones, contradicciones, nuestros miedos y nuestras tentaciones de abandono. Nos queda la decencia ética, nuestro coraje, nuestra inteligencia, nuestra dignidad, el que mi vida me importa mucho, pero también la de los demás, y desde esta sensibilidad y conciencia, convertimos el yo en nosotros.


(*) Sacerdote. Consiliario de la HOAC


El Gobierno, en su encañizada / Alberto Aguirre de Cárcer *

Quien haya recorrido, a pie o en bicicleta, el triángulo formado por el Parque Regional de las Salinas de San Pedro del Pinatar, la playa de la Llana y las charcas de lodos de Lo Pagán estará de acuerdo conmigo en que es un paseo de excepcional belleza por un paraje natural único. Estoy convencido de que respondería afirmativamente cualquiera de mis amigos de fuera de la Región si, ‘in situ’, le preguntara si apoyaría una pasarela, medioambientalmente aceptable, que comunicara esa ruta con la zona norte de La Manga. 

Pero seguro que la opinión sería diferente, si antes o después, le informase de que científicos de la UMU, por encargo de la Consejería de Fomento, concluyeron que cualquiera de las alternativas posibles produciría daños a un frágil ecosistema que está ya bastante degradado.

No encuentro nada reprochable, al contrario, en que el Gobierno regional busque potenciar La Manga y el Mar Menor como destino turístico, siempre que no sea a costa de dañar la laguna, su principal valor y atractivo. Como no cabe suponer que esa sea la intención del Ejecutivo no termino de entender, como muchos ciudadanos, su tozudo empeño en un proyecto como la pasarela de Veneziola a la Llana, más aún en las actuales circunstancias. 

Buscando la cuadratura del círculo (preservar la laguna salada e impulsar las infraestructuras turísticas al mismo ritmo), el Ejecutivo regional se ha metido en su propia encañizada de la que no sabe salir. Quizá ha olvidado, o no quiere asumir, que no existe ninguna estrategia de conservación de la biodiversidad en ningún espacio natural relevante del mundo que incluya nuevas infraestructuras que acentúen el riesgo de masificación turística. El Ejecutivo debe armonizar múltiples intereses, pero no puede olvidar cuál es hoy la prioridad y la principal amenaza. 

La consulta realizada este verano a los bañistas de las playas de La Manga incumple directamente el Convenio de Aarhus, ratificado por España y que fija los criterios sobre el acceso a la información, participación pública en la toma de decisiones y acceso a la Justicia en materia de medio ambiente. Después de acertadamente crear un comité científico independiente y multidisciplinar que estudie en profundidad la situación del Mar Menor, el Gobierno rozó el género bufo con un sondeo en base a un escueto papelito repartido en las playas y en un portal de participación donde la multiplicidad del voto no está técnicamente imposibilitada. 

Si como dice la Consejería el encargo a la UMU sobre la pasarela fue exclusivamente un dictamen genérico, la pregunta es por qué se malgasta el dinero de todos. El colofón fue la afirmación de que no se hará la pasarela sin el aval de una declaración de impacto ambiental, toda una obviedad hablando de un enclave natural protegido con muchas figuras jurídicas. Todas las opiniones de la ciudadanía merecen ser escuchadas, pero a diferencia de lo que ocurre con los votos, no todas tienen el mismo valor. 

La mía, por ejemplo, no puede equipararse a la de cualquier científico implicado en el estudio del Mar Menor porque su nivel de conocimiento e información es muy superior. Si alegremente y sin ningún rigor se utilizan las consultas populares para legitimar decisiones políticas previas nos encontraremos ante un ardid inaceptable que puede dar al traste con ese esfuerzo colectivo por mejorar la participación ciudadana en los asuntos públicos. 

Frente a los anteriores del mismo signo, este Gobierno regional ha dado pasos en materia de transparencia y participación que, siendo tímidos, suponen un avance positivo. Pero la ejecución de sus decisiones estratégicas no siempre están acompañadas de la eficacia y seriedad que se precisan para avanzar en los estándares del buen gobierno. 

Con demasiada frecuencia, la potente estrategia de comunicación que despliega resulta inútil porque no puede enmascarar una evidente falta de coordinación en la toma de decisiones de las distintas Consejerías en temas donde convergen sus competencias, como es el caso del Mar Menor. Esto es lo que ocurre cuando todo el peso político se sustenta en la figura del presidente y el juego consiste básicamente en centrar balones templados al área para que los remate el delantero centro. Si la estrategia no está clara, no todos corren con igual intensidad o entienden el juego en equipo a su manera, llega el barullo y los goles en propia meta.


(*) Periodista y director de La Verdad


http://blogs.laverdad.es/primeraplana/2016/10/09/el-gobierno-en-su-encanizada/